Byron Guamá se encuentra descansando en su casa, ubicada en Cayambe (Pinchincha). Dice que es un descanso merecido, pues han pasado 48 horas desde que terminó de recorrer más de mil kilómetros, alrededor de 9 provincias, en la edición 32 de la Vuelta Ciclística al Ecuador.

Junto a él se encuentra su hijo Matías, de 1 año y cuatro meses de edad. Juega con él mientras atiende la llamada telefónica de El Telégrafo para compartir detalles de su tetracampeonato en el giro ciclístico a la República.

Este fue su cuarto título en la Vuelta Ciclística al Ecuador. ¿El mérito es solo suyo o de todo su equipo de trabajo?

De todos, nadie se queda afuera porque todos hicimos un trabajo excepcional y fuimos el mejor equipo. Ganamos la vuelta, los premios de montaña y las metas volantes. Eso es producto de la dedicación de cada uno de los compañeros.

¿Qué valoración le da al nivel técnico de la competencia?

Es muy bueno. Hay corredores que tienen un enorme futuro (no dio nombres) que practican esta disciplina desde muy niños, para lograr reconocimiento internacional. Ojalá se contara con apoyo para poder tener ciclistas fuera del país.

¿Esperaba una mayor proyección de los ciclistas extranjeros, como ocurrió con los argentinos en 2010?

Sí, ellos siempre se preparan para cada carrera. Este año la vuelta fue más dura que la de 2010, con recorridos más exigentes y etapas más duras.

De las nueve etapas corridas, ¿hay alguna en especial?

La tercera etapa (contrarreloj por equipos Santo Domingo-El Carmen). El recorrido fue excelente y muy exigente.

¿Cuánto incidió el trabajo del técnico de su equipo?

Un técnico siempre trata de hacer lo mejor posible y en este caso Santiago (Rosero) se puso al frente, planificó día tras día y su labor fue muy buena.

¿Por qué destacó en las ruedas de prensa el agradecimiento para las autoridades de Concentración Deportiva de Pichincha y el Ministerio del Deporte?

Porque ellos nos han apoyado mucho. Concentración Deportiva de Pichincha desde mis inicios y el Ministerio desde antes de los Juegos Olímpicos. 

De las anteriores ediciones que usted ganó, ¿cuál fue la de mayor desgaste en los aspectos técnicos, físicos, emocionales, etc?

En cada carrera hay un desgaste bastante duro, yo corro para Pichincha desde 2004. Ganamos un título para la provincia por primera vez. Eso es lo más bonito.

Traducido en cifras; ¿a cuánto asciende el apoyo económico recibido hasta el momento?

No me gusta hablar sobre ese tema,  pero la ayuda ha sido bastante buena y hemos salido adelante con el apoyo de Concentración Deportiva de Pichincha.

¿Cuán importante en su preparación fue la beca que recibió del Ministerio del Deporte para los Juegos Olímpicos?

La decisión del Ministerio fue muy buena. El material que tiene el equipo RPM es parte del  apoyo que nos dieron para los Juegos Olímpicos. Fue un proyecto para los cuatro deportistas (ciclistas) que podíamos clasificar y la bicicleta que me dieron fue fundamental, así como la beca.

¿Por qué terminó su relación con el Team Movistar de Colombia?

Por motivos  económicos. A Movistar España le costaba mantener un equipo, era muy difícil y caro. Tenía una nómina bastante alta y era muy duro... Esa fue la causa.

¿Las caídas curten más a los ciclistas?

Sí, hay carreras que nos marcan. Caídas que siempre se recuerdan, pero son parte del ciclismo, de la competencia y toca vivirlas.

¿Cómo festejará las próximas navidades y año nuevo? ¿En dónde lo hará?

En familia. La Navidad voy a festejarla en Cayambe y el fin de año donde mis suegros, en Ibarra.