Hasta ayer, al mediodía, no se conocía aún si Diego Navarro aceptaba o no asumir la presidencia del   Deportivo Quito. La incertidumbre sobre cómo sacar de la crisis financiera al equipo capitalino persiste.

Dos expresidentes de la institución analizaron la situación del equipo y expusieron posibles salidas, pues el  déficit en el combinado de la “Plaza del Teatro” es de 3’800.000 dólares, según lo expresado por Fernando Mantilla, quien renunció a la presidencia esta semana.

Santiago Ribadeneira, quien manejó al equipo entre 2009-2010, opina que una salida sería declarar en quiebra a la institución y enfrentar desde esa  perspectiva la negociación con los acreedores, incluidos aquellos que reclaman dineros pendientes a través de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y amenazan con suspender la actuación deportiva del conjunto.

Añade que, desafortunadamente, el fideicomiso que se estructuró para recaudar fondos quedó sin efecto. Ocurrió mientras se resolvía dar marcha atrás a la decisión de separar a los 10 futbolistas que anunció Fernando Mantilla, por faltas disciplinarias.  “Cuando se decidió reintegrar a los jugadores quedó suspendida la negociación del fideicomiso y luego, hace una semana, la fiduciaria decidió renunciar a él”, detalló el exdirectivo.

Ribadeneira añadió que sin fiduciaria, por la falta de decisión de la directiva en el momento oportuno, es necesario encontrar una salida jurídica-administrativa que haga posible la gestión de Navarro, obviamente si  decide tomar las riendas del cuadro “azulgrana”.

Reuniones con exdirectivos como Tommy Schwarzkopf y Ney Mancheno, también ayudarían a tomar la decisión más acertada en beneficio del club. Ribadeneira está abierto a diálogos de este tipo.  

Moratoria

Iván Vasco, quien presidió al Deportivo Quito durante ocho meses, hasta cuando dimitió en junio pasado, no es partidario de declarar en quiebra a la “AKD”, menos aún cuando se trata de una institución sin fines de lucro.

Para él, toda solución extrajudicial es mejor. Decir que el ente está en bancarrota alarmaría a los acreedores y podría provocar juicios. Vasco planteó que lo mejor es pedir una intervención de la FEF sobre Deportivo Quito. El organismo rector del balompié nacional pasaría a coadministrar a la institución junto a la directiva actual.

Esta resolución permitiría que la Ecuafútbol sensibilice a los reclamantes y se comprometa a cancelar las deudas en un plazo determinado. De esta forma se  estabilizarían las finanzas “chullas”.  

Con circunstancias más favorables, la directiva del Quito podría llamar a elecciones. Se debería propiciar entonces que la lista de aspirantes al directorio se arme con empresarios solventes, dispuestos a brindarle una mejor administración al representativo. En esta moción, la moratoria de pagos sería la clave.

Vasco también calificó de importante el respaldo de exdirectivos, quienes podrían nombrar delegados y constituir una veeduría que siga el proceso de intervención.

Respecto a Diego Navarro, ambos expresidentes esperaban una respuesta positiva. Él representa al grupo Romero, de la empresa Tracto Quito, que inyectó capital al club “chulla”.

La presencia de un presidente urge en la “AKD”; hasta hoy se deben pagar 80.000 dólares en la FEF por deudas a exjugadores, además de remediar lo antes posible el reclamo de 900.000 dólares del extimonel  Carlos Ischia y 300.000 más de su cuerpo técnico. De no cubrir los 80.000 dólares, Deportivo Quito no podría jugar este domingo frente a Barcelona en Guayaquil.