El menú de las definiciones
Villoro escribió lo siguiente sobre Cruyff: “Sus logros son tan incuestionables como su capacidad de reinventar el lenguaje. George Steiner ha dicho que un lugar común es una verdad cansada. En consecuencia, un disparate puede ser una verdad precipitada. Cruyff es el gran precipitado del fútbol: tiene razón antes de que sepamos lo que quiso decir. (...) El fútbol existe para ser discutido y le debe enormidades al hijo de un vendedor de naranjas que dignificó la camiseta de Orange”.
Sobre Ronaldo: “Con Roberto Carlos, Ronaldo inauguró la moda de los temibles cráneos rapados y del brasileño que corría sin tregua. A diferencia de sus paisanos que juegan a ritmo de samba, entienden el fútbol como un rito colectivo e improvisan siestas en media cancha, El Fenómeno era un individualista precoz, que además tenía prisa. En su condición de eje de ataque, descubrió que la soledad puede ser positiva y se transformó en un asocial que solo se comunicaba con las redes”.
Sobre el F.C. Barcelona: “Una arraigada tradición ha convertido al F.C. Barcelona en una entidad altamente competitiva a la que no le basta ganar. El buen juego es parte de su temperamento. A diferencia de hinchadas que aplauden inocuos lances de fantasía y odian la vulgaridad de ser campeones, los aficionados culés aman la victoria, pero no a cualquier precio”.
Sobre el director técnico: “El fútbol produce una vejez rápida. La jubilación del crack llega muy pronto; antes de los cuarenta, queda confinado a administrar sus recuerdos o una parrilla de churrascos. Sin embargo, quienes optan por entrenar se conservan como momias en perfecto estado de neurosis.
En cada partido están más arrugadas, pero no dejan de gritar. El fútbol es una actividad donde el pésimo carácter del técnico parece signo de clarividencia. De Mourinho a Luis Aragonés, abundan los hombres con rapidez para el insulto. El respeto que provocan no es el de las ideas, sino el de quien tiene el cuchillo más afilado para rebanar jamón”.
Sobre el clásico Boca-River: “El derby argentino interesa no solo a quienes duermen con una camiseta que promueve la cerveza Quilmes (en su momento), sino a la tribu planetaria interesada en las leyendas”.