El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, le pidió ayer al estadounidense Lance Armstrong que dé más detalles sobre sus actividades de doping y que denuncie a quienes lo ayudaron.

"Existe la necesidad de saber más sobre los métodos que hicieron posible el engaño. Hay una carencia en el sistema antidoping, pero también hay un sistema de aprovisionamiento. ¿Quién proporcionó los productos dopantes?", le dijo ayer el jefe del olimpismo a la web "Around the rings".

Armstrong confesó por primera vez haberse dopado durante su carrera en una entrevista emitida la pasada semana en televisión.

Antes, sin embargo, las autoridades deportivas le retiraron sus siete títulos del Tour de France y lo suspendieron indefinidamente de toda competencia. El COI, además, le retiró la medalla de bronce en la modalidad contrarreloj que ganó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Rogge le exige ahora que la devuelva.

Entre tanto, la polémica confesión del ex ciclista sigue generando reacciones a escala mundial. El ex atleta canadiense Ben Johnson, sancionado en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 por consumir esteroides, afirmó que Lance Armstrong volverá a ganarse el favor del público tras admitir haberse dopado.

“El público americano le acabará perdonando después de confesar sus errores", sostuvo Johnson, de 41 años, que ganó medalla de oro en los 100 metros lisos en Seúl y vio cómo le retiraban la presea tres días después al dar positivo en el control de dopaje.