El canopy entrelaza las montañas a 200 metros de altura con un cable
Montañita es sinónimo de surf y la mayor parte de la actividad turística de este poblado se basa en la vida playera... pero no en su totalidad. En el barrio El Tigrillo está el circuito de canopy más largo de todo el país. A un kilómetro de la arena, el mar y el desenfreno de Montañita, la aventura no está montando olas, sino deslizándose entre las montañas y por encima de la copa de los árboles, a 200 metros de altura. L
uego de avanzar 5 minutos de la carretera para adentro, por un camino de tierra, se puede observar en lo alto una nueva especie de “aves” que no tienen alas: son personas que se deslizan entre la inmensidad de las montañas, solo sujetadas a un cable de acero por un arnés.
“Montañita Canopy, vive la nueva aventura”, es el nombre del circuito que se ubica en la Ruta del Spondylus y que funciona desde hace dos años.
“La temporada playera es muy buena para nosotros, ya que vienen a la playa muchas personas que quieren experimentar sensaciones nuevas bajo un gran nivel de seguridad. Eso es justamente lo que se encuentra acá”, dijo Jacinto Loor, técnico de canopy y administrador de lugar.
En un fin de semana normal, no durante un feriado, Loor indicó que entre 10 y 20 personas utilizan el servicio que brinda. “En temporada viene gente nacional, pero el resto del año más vienen extranjeros.
Montañita nunca está vacía, ya que es un lugar que atrae a la gente por sus olas, más que por un feriado o una fecha especial”, comentó.
Acerca de este deporte extremo, Loor comentó que es una actividad que se realiza desde hace 20 años y que tiene sus orígenes en Costa Rica, cuando unos científicos canadienses quisieron investigar acerca de la flora y fauna del lugar sin intervenir en el ecosistema desde la tierra. Así llevaron su investigación a las alturas al enlazar con un cable de acero una montaña con otra.
“Esta práctica tiene en el país cerca de 12 años. El primer punto a nivel nacional fue en La Troncal, luego se ha ido expandiendo a Cuenca, Loja, Ambato, Pastaza, Mindo y Montañita”, señaló Loor, quien destacó que la ruta que administra es la más larga de Ecuador. “El recorrido total de acá tiene 3.640 metros enlazados entre 9 montañas”.
Jandri Loor, hijo de Jacinto, cruzó por primera vez de un lado a otro de una montaña a los 3 años, en compañía de su padre. Ahora, con 11 años, el pequeño es quien hace un recorrido de muestra para enseñar a los turistas los diferentes trucos que se pueden hacer a 200 metros de altura.
“Siempre me ha gustado lanzarme. Nunca he tenido miedo y eso ayuda, ya que las personas que llegan con dudas ven que un niño se tira y entonces ellos también se deciden a lanzarse”, dijo Jandri.
El infante realizó su primera salida solo a los 8 años, cuando su padre consideró que ya estaba listo para desplazarse por las alturas con total libertad. “Este circuito es absolutamente seguro, por eso dejo que mi hijo cruce cuantas veces quiera. Jandri se lanza hasta 5 veces al día y lo hace como si fuera un juego. Este es su juguete preferido”, manifestó Jacinto.
Raúl Campozano, quien se lanzó en el canopy a pesar de su temor a las alturas, expresó que es una de las experiencias más locas de su vida.
“Más lo hice porque vine con mis amigos y todos se aventaron. Yo pasé el primer punto con los ojos cerrados, pero luego ya me tranquilicé y terminé el recorrido viendo todo el paisaje. El miedo es solo un ratito, luego se empieza a descubrir todo lo que hay en este sector. Realmente nuestro país es hermoso”, enfatizó Campozano, quien afirmó que se volvería a lanzar sin pensarlo.
Santiago Sánchez, uno de los 5 amigos de Campozano, dijo que esta es la octava vez que se tira al vacío. “Más que por la playa y surfear, vengo de vez en cuando a Montañita para el canopy. La primera vez que lo hice fue a los 17 años, en La Troncal y desde ahí me quedé enamorado de este deporte”, contó el ahora veinteañero.
La ruta de Montañita tiene 9 puntos conectados por 3.640 metros de cable de acero. El costo del cableado en general asciende a 50.000 dólares.
El equipo para la práctica de este deporte, que incluye un arnés, una polea, mosquetones, un casco y un par de guantes, tiene un costo de 500 dólares.