Los peloteros del Guayas aprenderán técnicas de béisbol con un instructor japonés. Saito Yuta, un exjugador de las ligas de ese país, llegó a Guayaquil a inicios de   febrero y trajo consigo una libreta de apuntes donde detalla las reglas y los  movimientos estratégicos que le han dado triunfos internacionales a esa nación asiática.

Yuta asumió la preparación de los jóvenes peloteros guayaquileños gracias a un   convenio firmado entre la Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas) y JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón).   

El acuerdo con JICA empezó a estudiarse en noviembre de 2012. Después de varias reuniones de trabajo, finalmente se firmó el 23 de febrero pasado, tal como lo advirtieron en su momento los representantes de esta empresa en el país, Juan Carlos Chávez y Tonika Morita.

Saito, que tiene familiares en Cuenca, no habla muy bien el español pero el tiempo que ha tenido (dos meses) en Ecuador le ha servido para entender lo básico y transmitir lo necesario a los pequeños deportistas.  

Con su pausado español, Saito comentó que en su país fue fundador de un equipo  de béisbol de niños y que fue profesional hasta los 23 años. Ahora, con 28, ha adquirido gran experiencia como entrenador infantil.

“Junto a un grupo de amigos en Japón le dimos a nuestra comunidad una alegría inmensa. Hace algunos años creamos la escuela de sóftbol llamada Musosha, que es dirigida a estudiantes con problemas o fobias sociales”, comentó Yuta. Esa grata experiencia y “feeling” con los más chicos convenció al exbeisbolista japonés de venir a Ecuador. “Quiero enseñar, me gusta enseñar”, acotó.

Dentro de las actividades que ha realizado durante su carrera en el deporte de la “pelota chica”, consta su experiencia como entrenador del equipo de la Universidad de Joetsu. Allí estuvo por 13 años como jugador y capitán de ese conjunto. “Lo que yo aprendí quiero impartirlo. Ecuador, Guayaquil en especial, tiene chicos talentosos”, indicó el exdeportista nipón.

Una de las características de Yuta es su carisma y buena comunicación por medio de señas. El lenguaje del béisbol para él y muchos de los chicos es universal. “Yo sí le entiendo a Saito, cuando le presto atención es fácil”, comentó el pequeño John Urrutia, que sueña con un día vestir la camiseta del país en un torneo  sudamericano.

Yuta, que a más de ser entrenador es un gran planificador, tiene la difícil tarea de complementar los conocimientos de los entrenadores nacionales en el campo técnico y estratégico. Además, compartirá sus ideas en lo que respecta a la organización de torneos, seminarios y programas de masificación.

Saito se quedará por dos años en Guayaquil, pero si él y los profesores se encuentran a gusto con su cátedra, se podría renovar el convenio con la JICA, al menos un año más. “Si hacemos sentir como en casa a Saito, de seguro él mismo pedirá que le sigamos dando cabida acá”, señaló Pierina Correa, la presidenta de Fedeguayas, que es la principal gestora del convenio internacional.

Para el japonés, el reto de enseñar no es difícil, más complicado le resulta aprender español. Pero confía en que en menos de 6 meses lo dominará. “A los chicos les pido paciencia y ellos me piden a mí aprender; con la mentalidad ganadora Guayas sacará una gran selección”.