El atletismo se nutre de la experiencia cubana
El atletismo ecuatoriano implementa desde hace un año una metodología de trabajo que implica asumir con mayor exactitud la proyección de jóvenes atletas y la inversión en “fogueo” competitivo internacional con la intención de acelerar el avance a corto y mediano plazo hacia la élite mundial.
La intención es clara. La estructura nacional de esta disciplina busca reducir el tiempo que dura el proceso de transición de los deportistas desde la fase de formación hacia al alto nivel competitivo. ¿Cómo se logra aquello? Con parámetros exactos que determinan si un joven atleta reúne o no las condiciones físicas y biológicas para destacar en este deporte (ver infografía).
Ese es el modelo que aplica Cuba y que le ha permitido, hasta el momento, ganar 194 medallas olímpicas, 67 de oro, 64 de plata y 63 de bronce. Así lo asegura la cubana Yosvania Molina, entrenadora del velocista Álex Quiñónez.
DATOS
La iniciación en el deporte empieza aproximadamente a los 13 años, antes se deben hacer los procesos de selección, basados en criterios nacionales.
En el test (criterios) se evalúan la rapidez pura, la resistencia, la capacidad de potencia de saltos, la fuerza explosiva y la resistencia de media duración.
La muestra para el test se la recogió en 19 provincias del país, y fue un trabajo entre Fedenador, Ministerio del Deporte y las Federaciones Deportivas Nacionales.
38 entrenadores del país participaron en los últimos 12 meses en el trabajo de recolección de datos, tabulación y envío de información a Fedenador.
Las tablas de selección forman parte de la Guía Metodológica para la formación deportiva que en esencia será el currículo de los entrenadores del país.
En el atletismo se consideró a niños y niñas desde los nueve años para ser sometidos a los test que indicarán si son aptos para el deporte y dentro de ello, cuáles son sus proyeccionesEl deporte ecuatoriano, principalmente el atletismo, interrelaciona el diagnóstico competitivo con pruebas a escala mundial. Ese es el “punto de partida” para conocer con exactitud el nivel en el que están los jóvenes atletas respecto a la élite mundial, sostiene Molina. ¿Cómo se traduce eso en la práctica? Con la incorporación programada de los atletas en un circuito competitivo de alto nivel internacional que busca provocar un alcance mayor de su potencial de rendimiento.
En el Campeonato Sudamericano de Cartagena (Colombia), por ejemplo, Ecuador compitió con 30 atletas, una cifra histórica en los registros deportivos del país. La semana pasada, en el Mundial Juvenil de Ucrania, el atletismo nacional estuvo representado por 19 exponentes, todos con altas proyecciones internacionales.
El concepto “integrador” de este modelo se sostiene en una triangulación que interrelaciona el diagnóstico competitivo mundial en las pruebas atléticas, la prioridad en el control y asistencia científico-metodológica de la preparación de los atletas más destacados y el constante “fogueo” competitivo de los atletas con nivel internacional.
Edwin Vinueza, director del Departamento Técnico Metodológico de la Federación Deportiva Nacional del Ecuador (Fedenador), destaca que la idea de contar con parámetros que sirvan para seleccionar futuras promesas del atletismo, surgió en el 2004, pero se los aplica recién desde enero pasado.
La intención, según Vinueza, no fue copiar el modelo cubano sino hacer una versión nacional en base al biotipo del atleta ecuatoriano y al contexto en el que se desenvuelve.
El proceso para la elaboración del test empezó con la recolección de muestras (tiempos, estaturas, etc.) de todos los deportistas activos. Para esto se realizaron varias pruebas que permitieron elaborar las tablas que especifican la selección de los futuros atletas desde los 9 a 12 años.
Para la elaboración de los criterios participaron los entrenadores de atletismo de 19 provincias del Ecuador a través de constantes reuniones coordinadas por Fedenador. El proceso contó con el apoyo permanente de un grupo de metodólogos cubanos.
“Antes de que entraran en vigencia esos parámetros, el trabajo era aislado, cada provincia realizaba sus propias normas considerando criterios internacionales”, aseguró Vinueza. Según una investigación de EL TELÉGRAFO, solo Fedenador cuenta hasta el momento con un documento oficial que establece parámetros fijos para la iniciación en atletismo.
El test elaborado por Fedenador contempla los criterios que el deportista, luego de un período de entrenamiento (12 y 24 meses), debe haber desarrollado. Por ejemplo, en la categoría 11-12 años femenino, en la prueba 1.000 metros, la atleta debe haber bajado de 3.59 minutos a menos de 3.51 minutos.
Juan Bacallao, metodólogo de Fedenador, experto en atletismo y de nacionalidad cubana, participó en la elaboración del test.
Según sus cálculos, en Ecuador el 50% de los entrenadores de atletismo son de nacionalidad cubana. Solo la provincia de Cañar no cuenta con estrategas isleños.
Hasta el 30 de junio del 2012, según la Embajada de Cuba en Ecuador, 46 entrenadores de esa nacionalidad trabajaban en distintas disciplinas en el país. Actualmente no se cuenta con una cifra exacta.
Entre los maestros que destacan se encuentra Molina, que en su palmarés como atleta fue campeona nacional en su país en los 400 metros vallas.
Ella es hija de Jesús Molina, conocido como el “maestro de la generación dorada” del atletismo cubano, que logró títulos en los 80, y hermana del seleccionador de esta disciplina en su país.