El Manchester United inició su decimoséptima participación consecutiva en la fase de grupos de la Liga de Campeones con un triunfo opaco ante el Galatasaray, resuelto con un gol de Michael Carrick a los 7’ y retenido por dos paradas de David de Gea en el tramo final de un partido abierto.

El equipo inglés tuvo opciones para sentenciar el encuentro, como un penalti en el inicio de la segunda mitad detenido por el uruguayo Fernando Muslera a tiro del portugués Nani, pero vivió un duelo incómodo e inquietante, en el que su oponente mandó dos balones al poste.

No era un duelo más para el United. Necesitaba reencontrarse en el máximo torneo europeo, tras su fracaso del pasado curso con una eliminación inesperada en la fase de grupos, y lo consiguió sin convencer.

El árbitro alemán Wolfgang Stark no vio un penal de Nemanja Vidic sobre Umut Bulut en la primera acción del cotejo y demostró ya el equipo inglés la velocidad de pensamiento de su línea ofensiva, con una oportunidad de Nani.

La siguiente ocasión fue gol, gracias a la intervención y la precisión de Shinji Kagawa. El japonés dio continuación a una pared con Carrick y lo dejó solo ante Muslera. El volante británico sorteó al guardameta y envió la pelota a la red.

Ningún alarde ofreció el club inglés, apenas algún eslalon o regate del ecuatoriano Antonio Valencia, durante la primera parte, un duelo de contragolpes y elecciones erróneas en los últimos metros, salvo un disparo al larguero de Nordin Amrabat y un tiro al poste de Hamit Altintop.

Le faltó claridad ofensiva al Galatasaray, que tenía respuesta al contraataque, con velocidad, con efectivos suficientes, pero con tanta inocencia e imprecisión que malgastó opciones ante la defensa local.

Sí debió hacerlas en la segunda mitad, en la que Altintop, el más activo de su equipo, probó su disparo, y en la que el Galatasaray se presentó más asiduo en los alrededores del área rival, aunque sin puntería.

En otro resultado, Barcelona protagonizó con éxito el arranque en el Camp Nou al superar 3-2 al Spartak de Moscú, después de tener que remontar un resultado adverso y gracias a dos tantos de “Leo” Messi.

Con este triunfo, los catalanes siguen sin perder en debuts en casa en la Champions y alarga su excelente racha a ocho triunfos y un empate. El Barça inició así el camino hacia Wembley, estadio en el que ha logrado dos de sus cuatro títulos.