Catorce de septiembre de 2010;  en el campo se enfrentaban, por la fase de grupos de la Champions League, el Manchester United y el  Glasgow Rangers de Escocia. Al minuto 59, Antonio Valencia,  extremo del equipo de Alex Ferguson,  cayó aparatosamente sobre el campo. Las imágenes de televisión alertaron al mundo de la  dura lesión.

“Es una mala (lesión), lo mantendrá fuera del terreno de juego durante bastante tiempo. Al parecer clavó la punta de la bota en el césped”, indicó en aquella oportunidad  Ferguson.

El jugador fue trasladado directamente al hospital con mascarilla de oxígeno. El diagnóstico tras la evaluación fue: doble fractura del tobillo izquierdo. 

Diario Marca de España  señaló,  al respecto,   que la lesión del amazónico había sido “terrorífica”. Pero Valencia se levantó y con tecnología de la NASA  regresó a las canchas.

El “Toño” se ejercitó en una trotadora bajo el agua, aparato que simula los efectos de ingravidez del espacio. Eso le permitió  dejar las muletas y mejorar aceleradamente,   publicó el diario The Telegraph.

Otro susto llegó en el partido entre Ecuador y Paraguay, por la Copa América realizada el año pasado en Argentina.
Valencia estaba llamado a ser la gran estrella del equipo y una de las atracciones del torneo; pero   Aureliano Torres y  Néstor Ortigoza  lo agarraron en relevo y lo golpearon en el mismo tobillo en el que sufrió esa  grave lesión durante la Champions. 

En la presente UEFA Europa League, en el cotejo ante el Ajax, sufrió una rotura fibrilar en uno de sus muslos y será baja por un mes.

El portal www.goal.com recoge una nota del ecuatoriano, en la que Valencia admite que, dados sus antecedentes,  pensó lo peor. Creyó que  se perdería toda la campaña, como le ocurrió hace dos años  en la Champions League ante el Rangers. 

Justo ahora que estaba ofreciendo su mejor rendimiento, vuelve a ser golpeado por las lesiones.
“Después de mis experiencias anteriores con la última lesión, me temía lo peor. Yo estaba angustiado, pero después de las pruebas del personal médico, me han confirmado una rotura muscular en el bíceps femoral que sí es importante, mas no grave”.

Pese a todo, el extremo ecuatoriano  está preocupado porque “ha sucedido en un momento clave en la temporada para el Manchester United”, y ratifica aquello de que estaba desarrollando su  mejor nivel y sumaba buenos partidos.  “Esa es para mí la peor consecuencia de esto”.