Juan Días y Paúl Rodríguez demostraron llevar sus patines y bicicleta, respectivamente, a “otro nivel”, cuando se llevaron la victoria en la exhibición de Patinaje y Ciclismo Salvaje, en los parqueaderos del Mall del Río (Cuenca).

La adrenalina los invadió. Los expertos en dominar la gravedad dejaron para otro momento el descanso del feriado que se efectuó por los 202 años de independencia del Ecuador, y con sus maniobras   deleitaron la retina de los 1.000 aficionados que llegaron para observarlos, el viernes anterior, en el evento denominado Ruedas Extremas. 

El patinaje freestyle (patinaje salvaje en español), apareció a finales de los 80, sobre todo en las calles de México.  Desde allí,  se expandió hasta llegar a Ecuador hace aproximadamente 15 años. En esos tiempos, Juan Días recién tenía 13 -hoy 26- y a pesar de su corta edad no tuvo  reparos en  maniobrar  con sus patines de una manera arriesgada.

Todos los trucos han ido evolucionando, según contó el patinador. Toda esa innovación la escenificó la tarde del viernes en los parqueaderos del Mall del Río, luciendo sus patines plomos marca USD.

Los 70 rollers que estuvieron presentes en el evento realizaron sus mejores movimientos. Uno tras otro, demostraron sus destrezas con los patines, utilizando obstáculos cada vez más complicados como: las barandas situadas a 60 centímetros del piso, la rampa J; conocida así por su forma y ¼ de círculo.

Cada uno de los deportistas extremos, con sus movimientos impresionantes, anheló decenas y hasta centenas de veces impresionar al jurado, aunque éste no calificó jamás la perseverancia de los acróbatas sino el grado de dificultad de sus acrobacias y la técnica utilizada en cada intervención.

Días lo intentó varias veces y aunque en la mayoría de estilos como mínimo tuvo una mala ejecución, se llevó el primer lugar utilizando un truco llamado True Top Soul (en español la verdadera cima del alma), al girar 180 grados,  antes de deslizar los patines de retro por las barandas que rodean unas gradas, ubicadas en el parqueadero del lugar.

“Desde 1997 vengo practicando muchos trucos una y otra vez; hoy intenté dos movimientos como: el Back Royal y el Back Farven, pero no fue suficiente, entonces busqué algo adicional y me encontré con las barandas”, destacó Juan, que representa a Pichincha en eventos nacionales.

El ganador indicó que lo esencial para alcanzar éxito  en esta disciplina que se masifica cada vez más en Ecuador, es no temerle a nada y mantener mucha concentración en lo que se hace.

“En las barandas de las gradas no te puedes desconcentrar jamás, porque si lo haces te caes dos metros abajo (…), la música es algo importante, porque te motiva y te llena de adrenalina”, agregó el patinador, que durante sus intervenciones escuchó el tema de música trance “Armin Van Buuren”.

“Este chico es un experto en lo que hace; el deslizamiento por las barandas de las gradas es algo que realizan los grandes patinadores de la calle”, indicó Sebastián Amaya, jurado de la exhibición.

Luego de la presentación de los patinadores de la calle, como también se considera a estos arriesgados deportistas, los expertos del manubrio de las bicicletas entraron en acción.

Ante los  aplausos del público y la aparición del astro rey, Paúl Rodríguez ejecutó un BackFlip (mortal hacia atrás), con lo cual su victoria fue evidente.

Paúl participó con su antigua ‘bici’, una Redland que adquirió hace dos años y que vendió por ser “loco”, según aclaró él (su primo consiguió que el actual dueño se la prestara).  “Llevo un año practicando este deporte y 3 meses el Backflip; por suerte conozco la bicicleta, lo que intenté salió bien y me llevé la victoria”.
Para este deportista la canción: “Vivir para contarlo”, del grupo Violadores del Verso, fue su inspiración para realizar cada una de las maniobras.

Ambos ganadores coincidieron en que la adrenalina los mueve más que el dinero, pues con sus trucos arriesgaron su físico y solo ganaron  una orden por $50,00 en una tienda deportiva.