Cuando faltaban 20 minutos para que concluyera el partido ante Tigre, en Argentina, Deportivo Quito se clasificaba a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pese a que caía 1-0 (gol de Ezequiel Maggiolo a los 10 minutos), aún se mantenía en ventaja, ya que en Quito se había impuesto 2-0.

Pero a los 75 minutos llegó la debacle, cuando Michael Castro, quien dos minutos atrás había ingresado en lugar de Maximiliano Bevacqua, fue expulsado por doble amarilla. La segunda cartulina fue la que más le costó a los “chullas”, ya que el defensa cometió una falta penal.

A los 77’, Gastón Díaz marcó el 2-0 de penalti. Faltaban 13 minutos para que terminara el tiempo reglamentario y la serie se encontraba empatada 2-2. Pero en esos minutos finales, el Tigre le aplastó por méritos propios y por un notable bajón en el rendimiento visitante.

El Tigre rindió como no lo había hecho todavía en el actual semestre, en el que no ganó ninguno de los once partidos de la liga argentina que disputó, razón por la cual ocupa la penúltima posición.

También fue ese el motivo de la renuncia del entrenador Rodolfo Arrubarrena, el fin de semana pasado, y el fichaje de Néstor Gorosito, quien entrenó al equipo durante dos días.

El Tigre mostraba un juego más dinámico que el equipo ecuatoriano y dominó la situación en la zona media, aunque no lograba precisión y profundidad en el ataque.

Pero ya con un jugador más (los argentinos con 10 ante la expulsión de Ramiro Leone a los 66’ y los ecuatorianos con 9 ante las expulsiones de Jefferson Hurtado 70’ y Castro 75’), el Tigre se fue con todo para evitar los penales.

Alejandro Donatti (86’) y Rubén Botta (88’) marcaron los goles del triunfo en la última parte del cotejo. El Tigre chocará en cuartos de final de la Copa Sudamericana contra el Cerro Porteño paraguayo, que el martes eliminó al Colón argentino.