“Ciclistas de la calle, llueva, truene o relampaguee”
Todo empezó con la creación de un grupo en su cuenta de Facebook. Allí, el intendente de Policía del Guayas, Julio César Quiñónez, publicó un evento para el viernes 16 de marzo (de 19:00 a 22:00), que consistía en recorrer las principales calles de Guayaquil en bicicleta. Su afán era promover la campaña denominada: “En vez de libar, todos a pedalear”.
Esta frase fue el gancho para incentivar a los ciudadanos a desempolvar sus “viejas bicis” o sacar sus “BMX” el viernes, día en que la mayoría de bares del puerto principal están abarrotados, en su mayoría, por jóvenes de entre 18 y 25 años.
Por medio de la red social, Quiñónez logró confirmar la asistencia de 106 personas que dieron “clic” sobre el cuadro: “Participar”, mientras que 35 presionaron el marco con la frase “Tal vez asista”. A la pedaleada nocturna llegaron 90 personas, faltaron poco más de 15 que, tal vez, le huyeron a la fuerte lluvia de esa jornada.
Raúl Rabascall se enteró, por medio del amigo de un amigo, del recorrido. “Ingresé a su ‘face’ y me percaté del círculo de amistades que salían a andar en bicicleta todos los fines de semana, me uní a ellos desde hace dos años y hemos recorrido varios sectores de Guayaquil y sus alrededores”.
Raúl confesó ser, a sus 20 años, un fanático del ciclismo. Cuando tenía 10 le empezó a gustar esta disciplina, incluso hubo un tiempo en el que trató de convertirse en ciclista profesional, pero se retiró por varios factores, principalmente sus estudios.
“Tenía una vida sedentaria, pero después de la detección de hígado graso el doctor me mandó a bajar de peso y hacer ‘cardio’, por lo menos 30 minutos al día. Luego encontré este grupo, al que le estoy agradecido por acogerme”, dijo Rabascall, quien acompañó durante el recorrido a Jimmy Iturbo y su hija Liseth.
El muchacho se decidió a andar en bicicleta porque, precisó, con el balón no es un “superdotado” y que lo más factible para cumplir con la dieta que le indicó el galeno era pedalear.
“Mafú” Iturbo, de 60 años, es el padre fundador de los “Ciclistas de la Calle”, un grupo de pedalistas que nació de la fusión de agrupaciones como “Amigos del Salado”, “Ciclourbano” y “Ecuador Aventura”. En esta ocasión se unieron con el intendente y en su camiseta lucían frases como: “Vamos todos en ‘Bici’” y “Todos somos Intendentes”, en pos de la publicidad en contra del alcohol.
“La intención es colaborar con el anhelo de ver una ciudad libre de la delincuencia y de los asesinatos, que se dan por estar en estado etílico”, acotó Iturbo, quien también aprovechó la ocasión para pedir a las autoridades pertinentes -gubernamentales o municipales- que se construya una ciclovía en Guayaquil.
“Este pedido lo venimos haciendo desde hace 4 años. En Quito los ciclistas cuentan con su espacio, a nosotros nos tienen olvidados. Los choferes en los autos no nos respetan y en algunos casos ha habido compañeros atropellados”.
Desde hace más de una década, el club Ecociclismo Ecuador Aventura ha impulsado políticas urbanas a favor de quienes se movilizan en bicicleta, sea por deporte, paseo, turismo o transporte. Sus llamados aún no son del todo escuchados, pues el cabildo no ha cumplido con lo prometido.
Así como Jimmy también piensa Miguel Desiderio, de 21 años, quien tiene todo un anecdotario de “aventuras” vividas con los “Ciclistas de la Calle”.
“Desde que me uní al grupo, he disfrutado de buenos recorridos dentro y fuera de la ciudad. Hemos pedaleado hasta Pascuales, Nobol y Yaguachi... Estas experiencias las recordaré por siempre”, señaló.
Y es que las historias de estos “apasionados” son innumerables. Don Iturbe, por ejemplo, suma una más a la lista: apunta que es la primera ocasión, en más de una década, en que ciclearon bajo un torrencial aguacero.
“Hemos andado de noche, pero con el aguacero de hoy (viernes 16), nunca (suelta una carcajada), sin duda que esto es una pasión. No nos importa el clima: llueva, truene o relampaguee, pedaleamos por nuestra ciudad”, indicó el líder de los “Ciclistas de la Calle”.
Eduardo Cortez, uno de los cuatro guías que sostenía un megáfono, estaba a cargo de la ruta. El señor de 59 años se las ingenió para pedalear bajo la lluvia con el altoparlante, a través del cual señalaba a los demás el camino a seguir. “En la siguiente esquina cogemos a la derecha y de ahí nos vamos largo hasta la Garzota”, lanzó Cortez, quien tuvo voz toda la noche para saber encaminar a los “deportistas nocturnos”.
El veterano ciclista le mandó un mensaje a las autoridades deportivas en medio del tramo. “Yo hago un llamado de atención a los que administran el velódromo de Guayaquil, porque no nos permiten usarlo. Es un desperdicio de espacio...”, apuntó el guía de los atletas, que pidieron a la comunidad, con su mensaje de no libar, que la juventud se dedique a practicar algún deporte y se aleje de las drogas y el alcohol en exceso.
“No solo el ciclismo; también pueden practicar otras disciplinas, lo que pedimos es que los chicos se alejen de los malos hábitos, el sedentarismo y busquen la manera de hacer ejercicio”, añadió Cortez.
La próxima ruta de los “Ciclistas de la Calle” saldrá publicada en el muro de su página de Facebook. Las personas interesadas en unirse a los “aventureros” podrán hacerlo con solo buscarlos en la red social y dar un “click”.