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El Telégrafo
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Carlos Proaño: “Tengo muy clara mi última noche de bohemia”

Carlos Proaño: “Tengo muy clara mi última noche de bohemia”
14 de noviembre de 2011 - 00:00

La imagen de Kurt Cobain (+) en una piscina para hacer las gráficas del disco Nevermind no se aleja mucho a lo que le sucedió un año atrás a Carlos Proaño, ganador de dos medallas de oro en apnea en el III Festival Olímpico de Playa Manta 2011, que inició el sábado pasado.

El “Niño”, como es conocido Proaño por sus amigos, asistió en mayo del año pasado a la piscina Alberto Vallarino de Guayaquil, sin pensar que desde ese momento su vida cambiaría radicalmente. No se imaginó que la vida que llevaba de “desenfreno ” y música tomaría un giro de 180° y que dejaría sus adicciones por el deporte.

“El primer día que fui a la piscina, aparecí con una pantaloneta de colores y todos me preguntaron si se me había perdido la playa o si estaba buscando Montañita. Me veía como todo rockero, con pelo largo y mucha barba. Nadie confiaba en mí. Parecía como cuando Kurt Cobain se metió en la piscina para Nevermind... ja, ja”, cuenta Proaño, quien es jefe del departamento de infografía en diario El Telégrafo.

Antes de la apnea, el último capítulo de la historia deportiva de Carlos se remonta a 15 años atrás (tiene 31 actualmente), cuando quería ser futbolista y entrenaba en las divisiones inferiores del desaparecido Filanbanco.

“Era delantero, jugaba durísimo, pero dejé de entrenar porque me quedé en ocho materias supletorio en el colegio y me sacaron de Filanbanco ”, comenta Proaño, quien ganó oro en la modalidad Dinámico con equipo, así como también en Dinámico sin equipo.

Su vuelta al deporte se dio un año y seis meses atrás. “Yo dejaba a mi hijo todos los días a las 06:30 en la escuela y entraba en el trabajo a las 08:30. Entonces no tenía nada qué hacer en ese espacio. Un día pasé por la piscina y solo me inscribí para nadar por las mañanas. Ahí me encontré con una amiga, Linsy Coello, y ella me indujo a practicar esta actividad (apnea)”.

Sin pensarlo, el “Niño” había empezado a meterse en su nuevo estilo de vida, el cual incluye apnea, crossfit y fútbol los fines de semana con los amigos del trabajo.

En esos 15 años alejado de las actividades físicas, Proaño se dedicó a su otra pasión, la música. “Yo era muy nocturno y tenía un estilo de vida lleno de alcohol, lo que afectaba en mi familia, en mi entorno y en mi
salud. Tenía que hacer algo y encontré la apnea. El deporte me salvó, fue como mi clínica de rehabilitación. Cambié mis adicciones por el deporte ”, cuenta.

Como músico, Proaño tocaba la guitarra en el grupo de rock Vívora Julieta. Ahí el diseñador gráfico tenía un look rockero, con cabello largo, barba y ropas oscuras. Ahora, el campeón del Festival se muestra atlético y con el cabello corto.

“Estaba dedicado a la música, al dibujo, al arte, pero todo muy casero. Como música grabé algunos discos, hice algunos conciertos, pero la vida del músico se enlaza con la vida nocturna, algo que fue degenerando. Ojo, no digo que la música sea mala, pero muchas veces el estilo de vida que la rodea sí”, lanza Proaño, quien recuerda claramente cuando decidió cambiar su rutina.

“Tengo tan clara mi última noche de bohemia, cuando decidí cambiar mi estilo de vida. Eso fue en mayo del año pasado. Lo hice por mí y en especial por mi familia (su esposa Carolina Salazar y su hijo Sebastián, de 9 años). Además, iba a ser papá en poco tiempo (nació su hija Fabiana, ahora de un año) y eso me motivo muchísimo”, dijo.

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