Caicedo, imparable ante el Athletic
El ecuatoriano Felipe Caicedo fue la figura del Lokomotiv de Moscú al anotar el tanto de la victoria sobre el Athletic de Bilbao español (2-1), en la ida de la segunda fase de eliminación directa de la Europa League. Pero el delantero guayaquileño no solo puso el gol del triunfo, sino que provocó un penalti a favor de su equipo, el cual fue convertido por el ruso Denis Glushakov.
El factor climático también “jugó” su partido ayer pues la temperatura rondó los 8 grados bajo cero, a los que se sumó una intermitente nieve que convirtió el estadio olímpico Luzhnikí en un paisaje siberiano. Desde el principio se vio que el Athletic iba a por el encuentro, pese al frío y el césped artificial, que impidió que el campo se convirtiera en un patatal.
El técnico del Athletic, Marcelo Bielsa, no dio pie a las sorpresas y apostó por el once inicial esperado, mientras su colega del equipo local, José Couceiro, dejó en el banquillo al veterano delantero Sichov, antaño un estandarte del club de los Ferrocarriles de Rusia.
El estilo de ataque del “Loco” Bielsa se vio reflejado en su equipo. En uno de los avances de sus dirigidos, Susaeta se llevó en velocidad a Yanváev con un caño, después regateó a Zapater y dio un pase de gol al segundo palo donde se encontraba Muniain. Éste no remató limpiamente, pero el balón entró pegado al poste izquierdo defendido por el golero Guillerme a los 35 minutos.
Luego de haber pasado los primeros 45 minutos prácticamente inadvertido, Caicedo entró en acción en el segundo tiempo. El ecuatoriano se internó en el área y fue trabado por Aurtenetxe, quien le cometió una falta penalti.
El encargado del cobro fue Denis Glushakov, quien engañó al golero Iraizoz y puso el empate a los 61’.
“Felipao” era el más incisivo de los locales y pocos minutos después del tanto de la igualdad, el ex Rocafuerte lanzó un zurdazo desde fuera del área. El tiro del sudamericano obligó a Iraizoz a estirarse para que su arco no fuera derrotado.
Lo inevitable ocurrió a falta de 20 minutos, cuando un fallo garrafal de Amorebieta tras un centro desde la derecha dejó el balón franco en los pies de Caicedo, que la colocó con maestría pegada al palo izquierdo de la portería bilbaína.
El Athletic ya no se repuso del golpe y bastante hizo con dejar la capital rusa con una derrota por un solo gol, ya que Iraizoz salvó a los suyos en varias ocasiones.
No obstante, los vascos estuvieron cerca de empatar el encuentro a falta de tres minutos en una doble ocasión. Guillerme despejó milagrosamente el primer remate, de Fernando Llorente, con los pies, y en segunda instancia Óscar De Marcos no supo definir con el arco a su disposición.