La selección brasileña  inauguró ayer  su ‘cuartel general’ para el Mundial de 2014 en  Teresópolis, a unos 90 kilómetros de Río de Janeiro, después de una completa reforma de cara a este campeonato. La  modernización de  la  Granja Comary, sede  de la Confederación Brasileña de Fútbol  (CBF) desde 1987, duró 10 meses y supone la reconstrucción total  de las habitaciones de los jugadores y de la comisión técnica, además de una mejoría del gimnasio, el departamento médico y de las áreas de prensa.      

El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, afirmó que esta reforma supone un ‘legado’ para las selecciones brasileñas que durará de 30 a 40 años.

Scolari aseguró que la CBF dio a la selección todas las condiciones necesarias para preparar el Mundial e indicó que, por ello, ahora toda la responsabilidad de un eventual éxito o fracaso en el torneo recaerá solo en la comisión técnica y los jugadores.  

El coordinador técnico de la selección, Carlos Alberto Parreira, dijo que las instalaciones son lujosas y funcionales, y opinó: “Cuando haces bien el trabajo fuera de campo, pones una mano en el trofeo”.  

La reforma de la Granja Comary fue una petición de Scolari y la actual comisión técnica, pero la selección brasileña no se entrenaba en este recinto desde finales de 2009, cuando Dunga ocupaba el cargo de seleccionador. En esa época manifestó su preocupación por el mal estado de los alojamientos.   

Según Scolari, toda la responsabilidad de un eventual éxito o fracaso recaerá sobre él y los jugadores.


40 años es el promedio de vida útil
de las instalaciones que Brasil utilizó hasta 2009, antes de ser renovadas.


30 apartamentos individuales tiene esta estructura que cuenta con los lujos  que exigen  jugadores profesionales.La CBF pretendía construir una nueva sede y campos de entrenamiento en Río de Janeiro, cuyas obras llegaron a ser inauguradas en 2009 por el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, pero el proyecto fracasó por una disputa legal por la propiedad del terreno.  

En la renovada Granja Comary, el césped de los cuatro campos de entrenamiento tiene la misma hierba que se usará en las doce sedes del Mundial y también el mismo sistema de riego. El centro de entrenamiento está enclavado en el límite del municipio de Teresópolis, en una ladera de la Sierra dos Orgos que se eleva sobre el lago Comary y está rodeada de araucarias, bosques de pinos y vegetación tropical y de mansiones.

Las instalaciones tienen dos niveles: en su parte inferior se sitúan los cuatro campos, los vestuarios y los gimnasios; y en la superior, a unos 100 metros cuesta arriba, se ubican las habitaciones, donde el acceso es restringido a la prensa.

En la parte de los alojamientos solo se mantuvieron los cimientos y el resto fue reconstruido. Donde antes se encontraban 22 habitaciones dobles, sin ningún lujo, ahora hay 30 apartamentos individuales y seis dobles, con televisión, internet y todo lo que requieren los jugadores profesionales.

Este sector cuenta con un restaurante, una sala de convivencia, una sala de recreo, tenis de mesa y futbolín, otra sala de videojuegos y un gimnasio exclusivo. En este nivel también se hallan  las dependencias médicas, un departamento de fisioterapia, la farmacia,  la peluquería y la lavandería.   

En la parte inferior se han personalizado los vestuarios y en ellos se instalaron bañeras de hidromasaje, sauna y dos bañeras de crioterapia (fisioterapia con frío).

El gimnasio vecino a los vestuarios también fue modernizado y en esta parte se construyeron otros departamentos médicos y de fisioterapia, que se completaron con una instalación llamada ‘camino de las aguas’, que sirve para la recuperación de los jugadores con un circuito de agua poco profunda.

La selección anfitriona comenzará su concentración en la Granja Comary el próximo 26 de mayo, tres semanas antes de jugar el partido inaugural, contra Croacia, que será el 12 de junio en Sao Paulo.