Los familiares de Mauricio Arteaga, marchista azuayo, le contaron a FANÁTICO que el deportista dejó momentáneamente sus estudios universitarios para dedicarle más tiempo a su preparación previo a los Juegos Olímpicos de Londres.    

El trabajo del andarín tuvo su recompensa, ya que consiguió el domingo pasado su clasificación a los JJ.OO. en el Nacional de Marcha en EE.UU, que se cumplió en Oregón. El azuayo cronometró 1:21’50’’ en los 20 km y finalizó segundo detrás de Ariel Arévalo.

Así, Arteaga bajó aún más la marca “A” impuesta por la Federación Internacional de Atletismo (1:22’30’’) para clasificarse a los JJ.OO.

En la casa del deportista, ubicada en el sector de Caguarchimbana, sureste de Cuenca, sus familiares hablaron acerca de los obstáculos que superó Mauricio en busca del boleto a Londres.

“Estuvo bien centrado en  clasificarse a los JJ.OO. Antes de empezar el sexto ciclo de su carrera universitaria (estudiaba ingeniería en alimentos), se dio cuenta de que este año iba a perderlo por las faltas y decidió dejarlo por el momento”, sostuvo la madre del muchacho, Ximena Sánchez.

Junto a ella, en la sala de su hogar, se encontraban su esposo Paúl, así como también los otros hijos de la pareja: Luis Felipe y Eduardo, además de la esposa de éste último, Fernanda Guerrero. Todos se mostraron alegres y coincidieron en que Mauricio es una persona disciplinada en sus obligaciones.

Comentaron que uno de los factores que incidieron positivamente en la clasificación del marchista a Londres fue su viaje con anticipación, gracias al apoyo del Ministerio del Deporte, que colabora económicamente con los atletas élites que tienen posibilidades de  llegar a los Juegos Olímpicos.

“Mauricio viajó hacia EE.UU. desde Quito, el martes (de la semana anterior) por la noche. Creo que tuvo tiempo como para descansar a diferencia de otros viajes al exterior en los que iba preocupado por el gasto económico y muy cansado por el trámite que había que hacer”, sostuvo su progenitora.

Por su parte, el hermano menor de Mauricio, Luis Felipe (21) consideró que luego de haber dejado los estudios superiores, los entrenamientos fueron más exigentes para el azuayo. Ante esto, Arteaga debió aumentar sus jornadas de descanso para mantener un correcto equilibrio. “Yo me di cuenta de que últimamente dormía mucho”, contó entre risas.  

Fernanda también se refirió a su cuñado. Indicó que el viernes anterior a la competencia se comunicó con Mauricio vía Skype  y le anticipó que iba a alcanzar la marca “A”. 

“Le dije: ‘hola campeón’ y él sonrió. Desde un principio tuve una buena corazonada, también le pregunté si en el hotel de Estados Unidos había bufé porque sé que a él le gusta comer mucho”.

Paúl, el progenitor del marchista, confesó que recibió la noticia de la clasificación de su hijo mientras realizaba un paseo en bicicleta. “Cuando estaba llegando  me llamaron por teléfono y me dieron la noticia, sin embargo en ese momento no dije nada, quizá fue porque es algo que ya me esperaba. Luego reaccioné y ahí me llené de alegría por mi hijo”.

Ya en la habitación del tercer marchista clasificado a Londres (también están Xavier Moreno, en 50 km y Andrés Chocho, en 20 y 50 km) su madre enseñó cada uno de los recuerdos deportivos que tiene Mauricio desde sus inicios en esta disciplina, hace 12 años, entre los que sobresalen el Campeonato Panamericano y Sudamericano que obtuvo en Brasil en 2007.

La madre del andarín dijo que aún no se define la fecha de retorno de su hijo, pero que seguramente volverá al país la próxima semana. A su arribo, Arteaga deberá tramitar su visa para la Copa Mundo en Saransk Rusia, en la que participará el 13 de mayo. Antes deberá marchar en el Challenger de Portugal, previsto para el sábado de la próxima semana.