Por estos días resulta casi imposible escuchar algún informe periodístico, sin importar el acento que tenga, que excluya el comentario sobre las bajas temperaturas que escoltan cualquier actividad desde Argentina.

El frío poco común para muchos de los que reportan desde el sur del continente, no solo que amenaza con cambiar la forma de las dentaduras (por el constante golpe al que se ven sometidas por el gélido clima) sino que también es materia fija de informe. Parece que es moda y obligación decirlo, así que desde Buenos Aires les digo lo mismo, esta frío, no polar ni siberiano, pero sí un frío decente.

Cumpliendo con la obligación climatológica del momento, procedo a lanzarles algunos que otros apuntes de mis arrugados papeles.

Messi, Messi, Messi... todo es Messi y una obsesión existente que busca respuestas para amilanar esa sensación. Se aspira desesperadamente que haga un partido que serene las ansias casi enfermizas que atacan a los argentinos por verlo jugar como en el Barcelona de España o como el Maradona de Argentina.

Para algunos en las calles, el caso es casi clínico ya. Cuando escribo esto, Argentina y Colombia están por saltar a la cancha, quien sabe si su accionar de esta noche se convierta en la panacea de todo un país.

Suena como coro la igualdad en el nivel de las selecciones sudamericanas después de la primera jornada. Análisis van, análisis vienen, y como conclusión casi total, todos mantienen que las diferencias se han acortado, y digo casi todos, ya que quien escribe esto considera que se habrá acortado distancias solo en la primera jornada, pero no de una manera general.

Si la Copa América está así, imaginen lo que serán ¡¡las  eliminatorias!!... Exclamación de satisfacción por lo que muchos consideran será la intensidad de las clasificatorias al Mundial de Brasil 2014.

Yo no dudo de esa intensidad que traen las eliminatorias, pero una cosa es jugar en una misma sede y otra completamente distinta es llegar a una ciudad 3 o 2 días antes para medirte a un equipo que te recibe con algunas ventajas geográficas.

Los partidos para llegar al mundial de fútbol son otra cosa completamente diferente, no creo que será igual a lo que vimos en la jornada inicial de esta Copa América.

Buenos Aires es más un centro de operaciones o paso para este evento. En la capital argentina solo se jugará la final, la acción y fiesta continúa en otras ciudades. Acá se puede explotar el hecho de tener a la ciudad de La Plata cerca, a 35 minutos por carretera. En esta ciudad se juegan partidos de primera, segunda fase y semifinal; de ahí para movilizarte a otras sedes (desde la capital) hay que tener tiempo y paciencia por la distancia en que se encuentran.

Recién llego y ya emito ideas y criterios, denme hasta el próximo jueves y seguimos hablando...