Encerrados en una casita de madera, con tablas de surf a sus costados y un televisor plasma que proyecta a hombres y mujeres corriendo grandes olas,  cerca de 15 niños escuchan una charla impartida  por el entrenador del equipo nacional de este deporte, Marcos Goncalves. La novedad es que el aula no se encuentra cerca de  una playa, sino en los exteriores del centro comercial Village Plaza (vía a Samborondón).

Aprender  cómo pararse en una tabla y qué precauciones se deben tomar al ingresar al mar son  tips que reciben los chicos inscritos en el taller, que inició el martes pasado y culmina hoy... claro, con la parte teórica; porque el sabor de la sal y el golpe de las olas no pueden faltar: se viene la parte práctica  en Playas.

“Les hablamos un poco del surf, su historia,  pero sobre todo les garantizamos que desde el primer día que van al mar se pararán en la tabla; primero van recto, después más rápido, de lado;  todo en sí es un proceso, luego vienen las maniobras”, explica Goncalves, y de inmediato  enfatiza que para aprender no hay edad.

Esto es corroborado por la campeona latina, Dominic Barona,  parte también de la charla al contar las experiencias que ha tenido a lo largo de sus 8 años de  carrera.

“Me parece bueno que les interese desde pequeños el surf. Este deporte es increíble y para ellos es mucho más fácil, ya que viven en Guayaquil y tienen la oportunidad de viajar a Playas, que es cerca. Es un deporte en el que siempre van a estar en contacto con el mar y  el medio ambiente”, destaca “Mimi”, quien el próximo lunes viajará a Australia para iniciar el tour mundial.

Uno de los temas que llama mucho la atención de los pequeños es el de los peligros que se corren en el mar. Marcos les cuenta que el temor más grande que suele tener un surfer es encontrarse con un tiburón, pero les aclara que no deben tener miedo, puesto que en Ecuador hasta el momento no se ha registrado una muerte por este caso; lo cual arranca el suspiro tranquilizador de los niños. 

Sigue Dominic y cuenta que la experiencia más fea la vivió cuando actuó en un campeonato en Costa Rica, donde vio un cocodrilo. “Cuando llegué a ese país todos los surfistas me dijeron que tenía que estar atenta a  los cocodrilos, pero no le creía a nadie,  tuve que verlo para darme cuenta de que era verdad.

Fue en unos de mis heats cuando vi una larga mancha oscura y luego unos ojotes que salieron y se escondieron. Me quedé sin palabras y remé hacía el otro lado”, recuerda “Mimi”, ante las caras de sorpresa de los alumnos.

Goncalves toma la palabra de nuevo y pregunta ¿aún quieren practicar el surf?, y en coro los pequeños responden: “¡síííí!”.

Salen de la “casona surfista” y ya en el piso los dos instructores les enseñan cómo dibujar su tabla con una tiza para simular que están en el mar, remando hacia una ola, y  a subirse rápidamente a ella.

La mayoría lo hace con dificultad, porque es su primer intento. Tratan  tres veces más y se nota que toman mayor equilibrio al no tambalearse.

La clase ya lleva una hora y los profesores la dan por finalizada. Los chicos se retiran felices , y lo primero que hacen al ver a sus padres es decir: “papá, cómprame una tabla”.

“Me pareció interesante la clase, podría ser un surfista profesional en el futuro, mientras más practico podría mejorar mi nivel... Me llama mucho la atención”, comenta  José Luis Guerrero, de 12 años.

Hasta hoy se dictará el taller con la presencia de los surfistas profesionales Jonathan “Gato” Chila, vicecampeón latinoamericano, y Felipe Rodríguez, campeón nacional en la categoría Sub 14.

De todos los niños que participaron en la inducción  se escogerá a 10 para que continúen sus clases en el mar, en el surf camp de Marcos Goncalves. El taller está dirigido a chicos entre los 8 y 14 años, en los  horarios de 10:00 a 11:00  y de 15:00 a 16:00.