Halley Batista apostó por el surf y lo convirtió en su estilo de vida
La felicidad y seguridad que siente por estos días contrasta con la incertidumbre que lo invadió durante 2012 y 2013, cuando pensaba que la falta de patrocinadores acabaría con su carrera. Halley Batista, surfista brasileño de 27 años, estuvo a punto de dejar el profesionalismo hace 3 semanas por la ausencia de un ‘sponsor’ que lo sostenga económicamente. La responsabilidad de tener una hija y esposa a quienes cuidar no le permitía arriesgarse por más tiempo.
Su historia empieza en la playa de Maracaipe, que pertenece a la municipalidad Ipojuca, en el estado de Pernambuco, en el norte de Brasil. Sus papás llegaron a ese lugar a vender artesanías y desde muy pequeño vivió en la playa y amó el mar. “En Maracaipe probé el surf por primera vez y sabía que quería eso para mi vida”, dice Batista, mientras camina por la playa de Puerto Engabao cargando su tabla.
Esa pasión que siente por las olas se vio reflejado en el Reef Classic Guayas Turístico 2014, pero quedó eliminado en la quinta ronda en la categoría open, después de que Jonathan el ‘Gato’ Chila lo eliminó. En la modalidad longboard fue vicecampeón por detrás del peruano Picollo Clemente.
El surf lo lleva en la sangre, su papá y hermano también surfean. En su juventud ganó los torneos de cada estado donde se fue a vivir. Ganó el circuito de Santa Catarina, un estado al sur del Brasil, y más tarde se mudó a Río de Janeiro, donde consiguió un buen ‘sponsor’ que lo ayudaba a competir en todos los torneos ‘cariocas’.
Fue el primero de su familia en surfear a escala profesional. Empezó ganando varios títulos, pero todo cambió en 2012, cuando los patrocinadores se alejaron de él. Ese mismo año nació su hija en Japón, a donde fue para recibirla y se encontró con una oportunidad valiosa, una fecha del circuito QS, que es un circuito mundial clasificatorio para el WCT (World Championship Tour). “Corrí sin ‘sponsor’ con todas las ganas que tenía por el nacimiento de mi hija, me arriesgué y gané la competencia, lo que me ayudó a conseguir el dinero suficiente para regresar a casa tranquilo con mi esposa y mi hija”, cuenta emocionado.
Sin embargo, los auspiciantes no aparecían, nuevamente sacó de su dinero para participar en la edición anterior del Reef Classic, que se desarrolló en Montañita. Con su hija como impulso ganó el título en la modalidad tabla corta y quedó segundo en longboard, fue otro ingreso de dinero que le dio tranquilidad por un tiempo más.
Incluso le alcanzó para comprar un terreno en Ipojuca y comenzar a construir su casa. El hecho de no tener ‘sponsor’ no lo desanimó, y siguió confiando en sus habilidades y fue por todo el mundo con dinero propio, para competir y lograr su mejor año. En sus propias palabras: “Fue un aposta (apuesta) lo que él hizo, ya que pudo quedarse sin dinero si no ganaba. Terminé el año como vicecampeón nacional en tabla corta y campeón en longboard, todo sin patrocinio”, dice Batista.
El 2013 fue todo un éxito en lo deportivo y en lo económico porque pudo mantener a su esposa e hija, pero Halley sabía que no podía arriegarse más y había tomado la decisión de retirarse del profesionalismo si no conseguía respaldo para este 2014.
Sin embargo, la ropa de marca Dapena llegó para detener esa decisión y permitirle a Batista participar en todo el circuito QS para estar el próximo año en el circuito WCT, que “es el objetivo de este año”, enfatizó el brasileño.
SURFISTAS REALIZARON UNA MINGA
Pese a que las competencias de surf finalizaron el viernes pasado, las actividades del Reef Classic Guayas Turístico 2014 continuaron ayer en la playa de Puerto Engabao.
Al medio día se realizó una minga organizada por uno de los auspiciantes del evento, Sumbawa, con el fin de mantener la playa limpia y hacer conciencia en los asistentes sobre la responsabilidad de cuidar estos espacios naturales.
Los surfistas Simón Salazar, de Colombia; y Mario Gambellini, de Ecuador, llevaron la batuta de esta actividad que tiene como lema ‘Actitud Sumbawa’.
Además, la tarde de ayer debía realizarse una competencia de pangas, show de aéreos de surf y en la noche la clausura en Playas con la elección de la Miss Reef y la premiación de los ganadores.