En Buenas Manos
Los canes también sienten celos
Con frecuencia, se han ligado los celos con emociones propias de los humanos, pero hay indicios que revelan que este sentimiento también puede ser experimentado por los canes.
Esta posibilidad de vivir emociones fuertes, además, podría desmontar la idea de que los celos son solo sentidos por los humanos. Los perros —como muchas personas que comparten su vida con ellos ya sospechaban— pueden ponerse muy celosos.
“Los perros se involucran en comportamientos típicamente celosos e, incluso, pueden tratar de romper la conexión entre sus dueños y sus posibles rivales caninos, cuando la detectan como una amenaza”, afirma la psicóloga Christine Harris, de la Universidad de San Diego, Estados Unidos y especializada en emociones, quien ha estudiado este sentimiento de inseguridad en los perros. El equipo de investigadores coordinado por Harris analizó el comportamiento de 36 canes de distintas razas y mestizos.
Los científicos pudieron comprobar que los animales sienten indiferencia cuando sus amos leen en voz alta un libro con pop-ups (tridimensional, pensado para bebés humanos), que emite ruidos y melodías. Sin embargo, su comportamiento suele cambiar de forma llamativa cuando la atención de sus dueños se dirige hacia muñecos de peluche con formas de perros. Cuando los propietarios fingen cuidar de este peluche, sus canes ladran, mueven su cola de forma ostentosa y algunos, incluso, gruñen o tratan de interponerse entre el muñeco y sus queridos compañeros humanos.
No podemos en realidad hablar por los perros, pero parece que, con este comportamiento, el can persigue proteger una relación social que es importante para él; el mismo sentimiento que motiva los celos”, añade Harris.
Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica Plos One.
De acuerdo con la revista Consumer.es, los perros exhiben más comportamientos celosos (gruñidos, ladridos, interponerse entre la persona querida y su potencial rival canino, empujar al competir, etc.) cuando sus dueños muestran actitudes protectoras hacia lo que aparenta ser otro perro (el 80%), que cuando lo hacen con objetos inertes como un libro que emite ruidos (el 12%).
El can puede sentir celos por su amo: envidias por miedo a convertirse en el tercero de un peculiar triángulo amoroso, con vértices caninos y humanos.
Los celos suelen aparecer cuando se dedican atenciones a otro perro, el cual es percibido como un competidor.