Mundo Tecno
Las App, las ‘alcahuetas’ del amor
"Cuando lo vi me gustó de inmediato. Verlo sentado en el parque con esa sonrisa sexy, me mató”, dice Rossana. “Cuando ella me dijo: ‘¡Hola!’, me gustó de una por lo sexy que es… conversamos y quedamos en vernos en otro lado, la pasamos bien”, recuerda Miguel.
Si usted cree que Rossana y Miguel se encontraron por casualidad en un parque, está equivocado. Se conocieron por Tinder y el escenario descrito es la imagen que ambos tienen en su foto de perfil.
De eso han pasado 4 meses y ambos mantienen encuentros casuales con frecuencia. Dicen ser ‘amigos con derecho’ porque no tienen el tiempo necesario para mantener una relación afectiva. El vive en Milagro y ella trabaja en una cadena de supermercados. “Es mejor tener este tipo de amistades o encuentros a una relación que hay que dedicarle momentos y demás”, señala este estudiante de medicina de la Universidad Estatal.
Conocer gente, encontrar pareja o incluso solicitar relaciones sexuales esporádicas ya no depende tanto de las habilidades sociales sino de la posibilidad de acceso a numerosas aplicaciones de citas que facilitan los contactos a través de teléfonos inteligentes.
El físico siempre ayuda pero este tipo de programas permite utilizar otras cualidades como la capacidad para compartir la propia imagen gráfica con credibilidad o la facilidad para expresarse en una conversación escrita.
La psicóloga y consejera matrimonial Soraya Verdesoto explica que historias como las de Rossana y Miguel cada vez son más comunes en estos días, motivadas por la curiosidad, la novelería y por el encuentro de relaciones afectivas o sexuales. “El deseo de encontrar una pareja estable aumenta considerablemente en estos tiempos por lo que el registro y la demanda de estas aplicaciones es mayor”.
Señala que esto suele pasar con frecuencia cuando se produce un gran aumento de estados o crisis de soledad y angustia, aunque existe un gran número de personas que también lo hacen simplemente por diversión y vivir experiencias nuevas.
Las aplicaciones más populares destinadas a los encuentros casuales pueden dividirse en 2 grupos: las dirigidas a todo tipo de público (con preferencias ajustables según los gustos de cada persona) y las enfocadas específicamente a un público LGTBI.
Entre las más formales figuran Tinder, eDarling, Badoo, Scruff, Match o Meetic, en la que se encuentra un auténtico tutorial para registrar el mejor perfil personal, qué foto escoger o incluso qué decir en el primer mensaje para aumentar las posibilidades de éxito.
La mayoría de Apps tienen un funcionamiento similar, aunque algunas como Happn incluyen conceptos románticos como el amor a primera vista. El usuario cuenta con un panel en el que aparecen las personas con las que se cruza en la calle que también tienen instalado el programa: si una te gusta, puedes solicitar el contacto y, si esta lo acepta, comenzar a conversar. Se apoyan incluso del GPS del celular o del localizador de Google.
Aplicaciones de citas: desde amistad hasta relaciones casuales
Tinder, por su parte ofrece los perfiles de posibles parejas de uno en uno: si al usuario le gusta alguien, debe apretar en el ícono adjunto con forma de corazón y esperar la respuesta de la otra persona.
Si ella acepta el corazón, se podrá establecer una conversación; si no, el perfil se elimina del expositor personal. Las aplicaciones más orientadas hacia las citas sexuales han llegado a un alto grado de especialización para satisfacer distintas tendencias. De las destinadas al público gay, las más populares son Grindr, Wapo, Gay Romeo y Scruff, todas con un funcionamiento parecido aunque más orientadas hacia lo sexual, incluyendo la posibilidad de elegir roles (pasivo, activo o versátil) o, en casos como Bearwww o Growlr, destinada específicamente a los homosexuales conocidos como ‘osos’.
Las plataformas dedicadas a las relaciones entre mujeres también tienen su hueco en Lcontactos o Wapa, aplicación de la familia de la app Wapo.
El último paso antes de quedar físicamente es “mandar la ubicación”, y a partir de ahí todo es posible, desde una relación satisfactoria a otra arriesgada. Aunque en realidad el riesgo para los usuarios comienza en el mismo momento de la instalación del programa, debido a las exigencias que requieren en los dispositivos electrónicos.
La privacidad se ve comprometida, ya que estos servicios solicitan al smartphone el imprescindible acceso a la geolocalización del usuario, con el fin de reflejar a las personas conectadas que estén más cerca.
Aplicaciones de citas: desde amistad hasta relaciones casuales. Un reciente estudio de IBM advierte que “más del 60 % de las App para citas en dispositivos móviles son potencialmente vulnerables a ciberataques, lo que supone un riesgo para la información personal de los usuarios”.
El informe añade que “la mayoría tiene acceso a funciones adicionales del dispositivo móvil, como la cámara, el micrófono, el almacenamiento, la localización GPS o el monedero electrónico”, lo que incrementa el riesgo de hackeo.
Así, a finales de julio pasado, la web de Ahsley Madison, destinada a relaciones extramatrimoniales, fue hackeada, lo que puso en peligro la confidencialidad de los datos de 37 millones de usuarios anónimos. Lo importante es que el usuario no revele detalles personales ni económicos para evitar ser estafado.