En la primera novela de Yanko Molina (Quito, 1975) no hay personajes buenos, ni malos, solo individuos despreciables que, sin embargo, son buenas personas a quienes les ha tocado hacer cosas horribles en su vida. Hay, también, una tensión latente entre jóvenes y adultos.

“Una exclusiva universidad entrampada en la densidad de un ambiente de trópico es el escenario donde se develan, poco a poco, las vidas de unos personajes que, a tono con el medio, serpentean con sensualidad sin mostrarse del todo”, reseña la editorial Doble Rostro, sello que publica la novela En el cerco del Sol y que será presentada hoy, a las 18:00, en La Estación.  Los escritores César Chávez y Francisco Estrella comentarán la obra en compañía del autor.

La idea del libro surgió hace más de 20 años, cuando el autor optó por la escritura como su carrera de vida. En ese entonces, Molina pensó en el primer personaje de la novela, Marlon, un sujeto marginal. Con el tiempo, y luego de publicar su primer libro de cuentos (Objetos frágiles), la obra tomó otros matices.

Cuando era más joven, Yanko Molina reconoce que se dejaba deslumbrar por el boom latinoamericano, por  autores como Julio Cortázar. Sentía que lo más importante de él era su desborde imaginativo, pero luego se fue apasionando por otros escritores y dio un paso hacia Juan Carlos Onetti, quien se concentra en el lenguaje, que es donde radica su genio y maravilla. Después se topó con Vladimir Nabokov y su afinada forma de concebir personajes y atmósferas. 

“Siempre he tenido una preocupación por el lenguaje, incluso me parece que es más importante que la imaginación. Más que un desborde de imaginación creativa, me interesa la concentración en el lenguaje”, comenta en una entrevista telefónica Molina, para quien su novela es realista y su principal desafío fue construir personajes menos esquemáticos como los que aparecen en sus cuentos.

“Los cuentos eran una experiencia dispersa, todos tenían un vínculo en común que era la búsqueda de la belleza, pero que fueron escritos en distintos momentos. Esta novela es más madura”, reconoce el autor de una novela en la que habita “el sexo y la soledad, las drogas y la búsqueda del éxito social, la vergüenza y la manipulación”. (I)

El sello  Doble Rostro editó el libro

La novela que hoy se presenta tuvo las lecturas previas y comentarios de escritores como César Chávez, Andrés Cadena y Javier Vásconez. Luego de presentarla en diversos concursos y editoriales, el sello quiteño Doble Rostro, dirigido por la escritora Sandra Araya, decidió publicarla. “Las propuestas más desafiantes están en editoriales independientes”, dice Yanko Molina, quien en 1999 ganó el Primer Premio de la Bienal de Cuento Pablo Palacio. (I)