El World Press Photo se entrega en abril
Yorladis tuvo que abortar cinco veces mientras vivía con la guerrilla de las FARC. Pudo ocultarle a su comandante su quinto embarazo hasta el sexto mes utilizando ropa suelta.
Desde que el gobierno colombiano y el movimiento rebelde de las FARC firmaran un acuerdo de 2016, hubo una gran cantidad de embarazos entre exguerrilleras.
Su vida en los campos con la guerrilla era incompatible con ser madre. Algunas debían dejar a sus hijos con parientes y una gran parte de las mujeres vinculadas al movimiento tuvo abortos forzados, a pesar de que las FARC niega aquello.
Ahora hay una explosión de embarazos entre quienes se acostumbraron a vivir en este medio.
La fotógrafa franco-española Catalina Martin-Chico, con un trabajo sobre Yorladis, es la primera mujer nominada al World Press Photo, el concurso de fotoperiodismo más prestigioso del mundo.
Martin-Chico registró a Yorladis con su pareja en uno de los campamentos dispuestos por el Gobierno colombiano en su sexto embarazo, posiblemente el único definitivo.
Los otros cinco nominados al galardón, que se entregará el próximo 11 de abril en una gala en Ámsterdam, son Mohammed Badra, Marco Gualazzini, Chris McGrath, John Moore y Brent Stirton, según informó la fundación el pasado miércoles 27 de febrero.
El trabajo de John Moore (derecha) en la frontera y el de la primera mujer nominada, Catalina Martin-Chico, con mujeres de las FARC (abajo).
En el trabajo de Stirton, de la agencia Getty Images, aparece Petronella Chigumbur, una mujer de 30 años que es miembro de una unidad femenina contra la caza furtiva llamada Akashinga.
Petronella participa en entrenamiento de ocultación y camuflaje en el Parque de Vida Silvestre de Phundundu, Zimbabwe.
Akashinga (que signifca “Los Valientes”) es una fuerza de guardabosques establecida como un modelo alternativo de conservación. Su objetivo es trabajar para los beneficios a largo plazo de sus comunidades y el medio ambiente.
Su imagen engloba a mujeres de entornos desfavorecidos, empoderándolas, ofreciendo puestos de trabajo y ayudando a las personas locales a beneficiarse directamente de la preservación de la vida silvestre.
Por su parte, Moore, también de Getty, retrata a Yana, una niña hondureña de dos años que llora cuando su madre, Sandra Sánchez, es buscada por un agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense en McAllen, Texas.
Las familias inmigrantes habían viajado en balsa por el río Bravo desde México y fueron detenidas por las autoridades. Yana y su madre habían sido parte de una caravana de refugiados que comenzó su viaje en el sur de México en abril.
Por esos días, el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, anunció una política de inmigración de “tolerancia cero”. Dijo que las personas sin documentos atrapadas en su país serían procesadas penalmente.
Los medios informaron que los padres de Yana, que habían sido detenidos, estaban siendo separados de sus hijos.
El padre de Yana, todavía en Honduras, más tarde dejó en claro que Yana y Sandra no habían sido separadas. Sin embargo, la protesta pública, en la que esta imagen jugó un papel importante, hizo que el presidente Trump detuviera las separaciones familiares el 20 de junio de 2018. (I)