Nueve días duró la décimoséptima edición del Festival de Cine de Lima, cita a la que han acudido, desde hace más de una década, trabajos cinematográficos del mundo, y que, año tras año, se fortalece como uno de los eventos más importantes del séptimo arte en la región.

La selección del festival distinguió a dos categorías para participar en la competencia oficial: ficción y documental. La primera de ellas contó con dieciocho películas en concurso, mientras que la segunda tuvo  doce cintas participantes.

Estos trabajos filmográficos tuvieron como origen países latinoamericanos, entre los que se cuentan Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México, Paraguay, Uruguay, Perú y Guatemala. Los proyectos visuales provenientes de Argentina, México y Perú fueron los más numerosos en la competencia: seis en cada caso.

Una serie de muestras paralelas, que recorrieron la mirada latinoamericana desde el cine, el aporte del cine independiente norteamericano o los recientes proyectos fílmicos de Portugal, completaron la programación del festival.

Especial atención tuvo la muestra francesa, que incluyó filmes de Semana Crítica del Festival de CannesEspecial atención causó, también, la muestra francesa, que incluyó uno de los filmes participantes en la Semana Crítica del pasado Festival de Cannes, además de una retrospectiva por la obra de la actriz y directora cinematográfica Sandrine Bonnaire, que en 2007 estrenó el documental Su nombre es Sabine, donde retrata a su hermana Sabine, que padece un retraso mental tardíamente diagnosticado como una forma de autismo.

Los eventos alternaron la sede oficial del festival, ubicada en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica, institución que organiza el evento, con nuevas locaciones con la intención de llevar el cine a la mayor cantidad posible de espectadores.

Una muestra itinerante fue el resultado de ese esfuerzo, en la que, además, se procuró mostrar trabajos de realizadores jóvenes.

Este año el festival tuvo como invitado de honor al guionista y director estadounidense Alexander Payne, quien se ha caracterizado por una obra impregnada de un humor que satiriza a diversos aspectos de la sociedad norteamericana.

“Se subestima el gusto del público con el pretexto de que el éxito debe traducirse en una millonada”Payne, que ha ganado el Premio Oscar en dos ocasiones, por los guiones en las cintas Entre Copas (2004) y Los Descendientes (2011), fue homenajeado en la cita con la presentación de algunas cintas que componen su filmografía. Homenajes similares recibieron, además, personajes como la actriz brasileña Gloria Pires y la peruana Élide Brero.

Pero la cita, como ya se vio en ediciones anteriores, no aspiró a funcionar solamente como un espacio de reproducción audiovisual. Los intercambios de criterios y reflexiones alrededor de la labor en el cine  conformaron parte importante de su agenda.

Para ello, esta edición del festival contó con la presencia de setenta y dos invitados, entre guionistas, directores, actores, académicos y gestores culturales. Nombres como los de Ana Guevara (Uruguay), Goran Paskaljevic (Serbia), Javier Corcuera (Perú), Felipe Cazals (México), Peter Biskind (Estados Unidos) y Enrique Álvarez (Cuba), resaltaron en esta lista.

Los invitados compartieron con el público una serie de argumentos alrededor de la situación que atraviesa, en la actualidad, el cine a nivel global, así como compartir experiencias originadas en la necesidad de difundir el trabajo audiovisual por vías alternativas a los circuitos de cine comercial.

Un ejemplo fue la charla sostenida por Mara Fortes, programadora del Proyecto Ambulante, organización que fue fundada por los mexicanos Gael García Bernal, Diego Luna y Pablo Cruz, que empeña sus esfuerzos en viajar a lugares donde la oferta de cine documental es escasa, para generar interés y actividad alrededor del tema visual.

Fortes señaló el deseo de este proyecto por descentralizar el cine documental, cambiando la mirada que se tiene sobre el espectador. “Se está subestimando el gusto del público con el pretexto de que el éxito debe traducirse en una millonada”, advirtió Fortes en medio de su intervención.

La gira itinerante ha reunido alrededor de 85 a 105 películas por año, en un proyecto que, iniciado en 2005, genera ahora alrededor del 600% más de espectadores en comparación a su inicio.

Similar exposición sostuvieron la actriz Manuela Martelli y la directora Alicia Scherson, ambas de origen chileno, y partícipes en la película titulada Il Futuro, basada en Una novelita lumpen (2001) del también chileno Roberto Bolaño.

Scherson, la directora contó sobre el proceso creativo alrededor de la obra, y ahondó en detalles sobre las vicisitudes que han tenido que pasar para llevarla a feliz término. “El cine pasa por una crisis muy dura y cada vez es más difícil hacer películas”, indicó Scherson.

Martelli, a su turno, evocó el aprendizaje recibido en este trabajo, así como la identificación plena con Bianca, uno de los personajes principales de la obra de Bolaño.

De esta manera, la actual edición de este festival que hoy llega a su fin, se ha presentado como un espacio abierto para el intercambio y enriquecimiento de un público, que es cada vez más creciente, alrededor del cine. Como acto final, la cita revelará hoy los nombres de los trabajos ganadores en ambas categorías de la competencia.

Los jurados han tenido un arduo trabajo y fueron conformados por Carlos Sorín, Damián Alcazar, Giovanna Pollarolo, José María Riba y Marcelo Gómez, en la categoría Ficción; y por Juan Carlos Rulfo, Juan Alejandro Ramírez y por el ecuatoriano Manolo Sarmiento, en la categoría Documental.