Secreto Sarayaku es una selva digital
El fotógrafo Misha Vallejo toma el ciclo de la vida para dividir en seis capítulos su experiencia con la comunidad Sarayaku.
Movido por las noticias del juicio en el que los Sarayaku lograron que el Estado ecuatoriano reconozca la propiedad que tienen sobre su territorio ancestral, evitando así la explotación petrolera que se inició en 1996 sin su autorización, Vallejo quería contar su historia como un ejemplo de resistencia, desde la convivencia con sus ideas y mitos.
En 2015 empezó una serie de viajes, luego de pedirle permiso a la comunidad para ingresar a su territorio y registrar a través de la fotografía su proceso.
Iba y venía en avión, alquilaba un puesto en una avioneta, llevaba comida para compartir con la casa que lo acogía, así como los que habitaban dicho hogar la compartirían con él.
Cada viaje duró más de 20 días, hacerlo por menos no valía la pena.
“Si me hubiera demorado menos no hubiera sido tan honesta mi visita. Lo que me contaron y la relación que se tejió en la cuarta, quinta o séptima visita no era lo mismo que en la primera”, cuenta Vallejo.
Cinco años después este proyecto, que considera podría tomarle más tiempo y aún así pensar inacabado, llega a un fin de ciclo a través del montaje de un documental transmedia que tiene una página web, un libro que está impreso y que debe viajar desde
España, así como una exposición inmersiva que espera montar a fines de año en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC).
La página web que está disponible desde hoy a través del enlace secretsarayaku.net está dividida en los capítulos “el nacimiento”, “la infancia”, “la adolescencia”, “la adultez”, “la vejez” y “la muerte”. Pero, como dice Vallejo, “puedes empezar en un lugar y saltarte a otro, no hay un orden.
Es una selva digital, en la que igual te vas a perder, entras por una parte y de repente no sabes dónde estás, pero aprendes”.
Considera que es sumamente difícil rehacer la narrativa kichwa, en la cual no hay un inicio sino siempre una historia circular. “Comienza en el nacimiento, termina en la muerte, pero es una red, es una telaraña con conexiones”.
Es así que a partir de los pájaros que producen los sonidos del bosque y las historias de sus seres protectores, el usuario se inserta en la declaratoria de principios de la comunidad, en su relato atravesado por la educación, la tecnología y el conocimiento ancestral.
Tal como conciben los kichwas que habitan este territorio la historia de la humanidad, en interconexión.
Los textos que arman esta telaraña digital fueron escritos por la comunidad desde su Kawsak Sacha. Son extractos más poéticos, en los que presentan cómo se ven, desde su mitología.
Las fotos de autor que presenta Vallejo representan su versión de la comunidad Sarayaku y se mezclan con las producciones que ellos hacen para presentarse.
“Si te conocen afuera es más difícil que te desaparezcan”, cuenta Vallejo que le dicen los habitantes de este territorio amazónico sobre su trabajo en redes y las producciones que hacen en páginas como Memes Sarayaku.
“Yo hago esta página para ayudar en este sentido”.
En el proceso de este documental transmedia participaron Isadora Romero, Claudi Carrera, Estudio Lunalunares, el programador Santiago Duque, entre otros.
Desde Alemania, Duque cuenta que mientras armó el lenguaje informático de este sitio web, se involucró con la comunidad Sarayaku como si hubiera estado allí.
“No es simple encontrar un tono de storytelling que funcione, con la ayuda de las fotografías esto es mucho más sencillo, ya que una foto vale más que mil palabras, presentando las fotos en forma placativa y tratando de minimizar todo tipo de navegación, se puede enganchar mejor al usuario y acercarlo a la historia que estamos contando”. (I)