Una exposición que refleja los arquetipos con los que se vive
Lorena Cordero, fotógrafa y artista digital, presentó, en febrero, su libro y exposición “Laberinto en el espejo”, en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito; muestra que estará abierta hasta el 25 de marzo. Se trata de una recreación en tres series, “Érase una vez”, “Egos” y Ánima, que evocan las representaciones disfrazadas, que traspasan las nociones de entre lo real y lo fantástico.
“Érase una vez” retrata a los personajes de cuentos clásicos años más tarde. La segunda, “Egos”, es una serie sobre los siete pecados capitales y las siete virtudes teologales. Y la tercera, “Ánima”, muestra retratos utilizando la máscara de payasos, como puente para llegar a la profundidad de la persona retratada.
“Laberinto en el espejo” tomó tres años, desde 2008 hasta 2011. Lorena explica que el tema fue escogido para tratar la situación humana, ya que considera que las personas están llenas de capas, de caminos para llegar al alma y al interior. Y tomó el significante del espejo, porque es el intermediario que permite ver más claramente lo que muchas veces ocultan los seres humanos.
Para recrear “Érase una vez” decide tomar los cuentos infantiles en sus versiones originales, ya que las historias con finales felices no le eran satisfactorias. “Los cuentos como blanca nieves y los siete enanitos, la bella durmiente(…) tienen finales reales que, tal vez, no son conocidos o no se han dicho, y lo que pretendo es mostrar que son muy crueles en realidad. Recreé todo eso para romper con el esquema del ideal feliz que nos brindan las versiones hollywoodenses con respecto a los cuentos”.
Esta obra, continúa la artistas, es esa excusa para llegar a los arquetipos, a nuestros verdaderos aspectos humanos; es más un pretexto para demostrar lo que verdaderamente somos.
En cuanto a “Egos” recalca que es la serie que recrea los nombres de los pecados capitales y las virtudes teologales que fueron dados por la religión católica. “No es mi intención profundizar en el peso juzgador que estos pueden conllevar, ya que somos seres envueltos en capas y carcasas que construimos día a día, tratando de encontrar maneras de defendernos del dolor, del miedo y del sufrimiento. El ego está hecho de estas capas y quiero exhibirlo de diferentes formas”.
Con “Ánima”, Lorena comenta que obtuvo varias sensaciones, sobre todo porque recrea la escena del payaso; la máscara, el maquillaje de ese personaje que nos hace reír, pero que en el fondo no conocemos nada de él. “No sabemos lo que hay detrás una vez que termina su acto de comicidad (...) es una serie más honesta y de hecho en donde menos retoque y manipulación existe”, indica.
Los personajes escogidos no tuvieron ningún parámetro determinado, fue algo que se fue dando, recalcando que la creatividad está presente antes de empezar la producción, añade Cordero. “Es una búsqueda en mi cabeza de lo que veo, siento y todo aporta cuando se buscan los personajes”, explica.
Cordero comenta que con esta obra encontró un sinnúmero de respuestas para sí misma, ya que las emociones que compartió con la gente, sobre todo en “Ánima”, le dejaron una sensación de alivio, pero después de culminar la obra se ha quedado con ese vacío pendiente. “No me explico qué haré con toda esa energía que me ha quedado después de esta presentación fotográfica”, culmina. El Centro de Arte Contemporáneo (antiguo Hospital Militar) se encuentra ubicado en Montevideo y Luis Dávila.