Un viaje por los derechos de autor
Entre el 22 y 25 de enero pasado, en Manta se movía el corazón del cine ecuatoriano. Mientras en el Museo del Banco Central se realizaba la primera Rueda de Negocios del DVD, en el MAAC Cine se celebraba el II Festival Ecuador Bajo Tierra.
Ambos eventos tenían a los mismos personajes, que se trasladaban, mañana tarde y noche, de una sede a otra para participar en foros, negociaciones y ver películas en estos eventos convocados por el Ministerio de Cultura y por OchoyMedio.
En uno de esos traslados, Fernando Cedeño, director de Chone recientemente nombrado por la BBC como el “Quentin Tarantino ecuatoriano”, le pedía una opinión a otro cineasta, Federico Koelle, una de las canciones del soundtrack de El Ángel de los sicarios, su quinta película, para la cual había logrado la colaboración de un músico argentino. Iban por el malecón de Manta en el carro de Iván Silva, un cantante que de día trabaja en la venta de alarmas y motores.
DATOS
Una leyenda urbana dice que se han vendido más de 1’000.000 de copias de Sicarios manabitas.
El lunes, Cedeño publicó en su cuenta de Facebook un comunicado que protege a El Ángel de los sicarios de la reproducción ilegal, expedido por la Entidad de Gestión Colectiva de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda), institución ejecutora de sanciones de ese tipo.
Cedeño dirige con disciplina militar a sus “soldados”, como llama a su equipo, que en El Ángel de los sicarios lo conformaron: Camilo Andrade, Iván Maestre, Iván Silva, Lenín Pilay, Carlos Quinto y Danny Bone.En realidad, la canción -Vengador- era de autoría de Silva. Cedeño se justificó, explicando que quería obviar esa vieja noción de que si es extranjero, es mejor, lo que, explica, es una de las razones por las que no se quiere pagar más por las producciones nacionales.
Hoy, Cedeño, junto con Silva y el comerciante George Leines, ha emprendido una gira por el país con el fin de contrarrestar la piratería. No es para menos: Cedeño es el director de la película más vendida de la historia del cine nacional, sin haber recibido, hasta la fecha, un solo centavo: Sicarios manabitas.
Proyectada por primera vez en 2004, Sicarios manabitas fue reproducida en discos piratas y distribuida en un circuito underground: puestos de películas en mercados, o por vendedores ambulantes en transporte público, entre otros.
Cedeño ha llegado a convertirse en la cara visible del Cine Bajo Tierra (como lo denominó la publicación del mismo nombre, realizada por OchoyMedio), un movimiento de directores que filman películas al margen de los circuitos comerciales.
Ahora que Cedeño ha estrenado El Ángel de los sicarios se encuentra de gira por el país para negociar y asegurar las regalías de la comercialización de su película, que empezará a distribuirse en septiembre.
Si bien inició este viaje por defender sus propios derechos de autor, Cedeño piensa que “lo que sembramos ahora, otros lo cosecharán”. “No es mala idea mandar a la cárcel a algunos, para que sepan que estamos hablando en serio”, decía en enero. Ahora, trata de anticiparse a la piratería, y negocia los DVD de El Ángel de los sicarios para venderlos entre $ 2,99 y $ 4,99, dependiendo de si el disco incluye el soundtrack.
El cine ecuatoriano tiene particularidades extrañas: solo el 20% de ecuatorianos ha asistido a una sala de proyección, según el CNCine. Además, el 1% del PIB de Ecuador corresponde a la venta de películas, negocio en que los filmes nacionales -desde inicios de la década, cuando empezó a regularse- cuestan entre $ 1 y $ 5, y deben competir con producciones extranjeras, que se venden tan solo a $ 1 (piratas), pues a las productoras internacionales no les atrae el mercado de DVD.
Inmersión
Durante el Festival Ecuador Bajo Tierra, en Manta, Cedeño se refirió al que considera su papel dentro de la historia del cine ecuatoriano.
Y pese a lo espectacular de los rodajes (algunas escenas se filmaban con balas de verdad disparadas en la filmación; y en El Ángel de los sicarios, a uno de los soldados “un carro se le fue encima y le rompió la pierna”), Cedeño se ha interesado en conocer Ecuador, para lo que ha emprendido labores casi antropológicas.
Ateo y socialista, Cedeño, que lleva siempre su boina de director, ha participado en retiros espirituales y se ha puesto de acuerdo con policías para estar cuatro veces en la cárcel (no quiere decir dónde), en busca de historias para sus filmes.
Ángel de los sicarios
Estrenada el pasado 24 de enero en la primera parte del Festival Ecuador Bajo Tierra, realizada en el MAAC Cine de Manta, El Ángel de los sicarios cuenta la historia de Ángel, un hombre que intenta vengarse de los sicarios que mataron a su familia.
Como no sabe quiénes son esos sicarios en particular, Ángel decide que matará a todos los sicarios, en una producción que no ha costado más de $ 4.000.