Sinfónica de Guayaquil se escuchará en sala quiteña
Los buenos comentarios de varios invitados que han tocado con la Orquesta Sinfónica de Guayaquil en los últimos 10 años la ubican como una de las mejores y de más alto nivel interpretativo en el país.
Los laureles de músicos como los directores de orquesta Stanley de Rusha (EE.UU.), Pablo Sabat (Perú) y Enrique Pérez Mesa (Cuba), los guitarristas Fabián Hinsche (Alemania) y Luis Campos (Ecuador-Austria), además de la buena recepción del público en sus recientes giras por Europa y Perú -auditorios llenos para los conciertos Jaramillo Sinfónico en España e Italia y felicitaciones del ex presidente peruano Alan García- ya fueron puestos a prueba con las recientes evaluaciones, ordenadas por el Ministerio de Cultura, a los ochenta y tres músicos que integran el conjunto. Hoy, desde las 20:00, en la Casa de la Música (Numo de Valderrama s/n y Avenida Marianita de Jesús) esperan demostrar el porqué de esas congratulaciones, ante audiencia nacional.
El último concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil fue en su casa, el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, con el oboísta guayaquileño Jorge Layana como solista, el pasado 28 de octubre. Además, el 4 de noviembre cumplió 62 años de vida institucional.
La presentación de hoy en Quito también es motivo de otras alegres situaciones para los músicos y su planta administrativa: es el primer gran concierto, de gala, que ofrecen en la capital desde inicios de los 90; es la primera vez que la orquesta intervendrá en la capital, conducida por David Harutyunyan; además del Concierto para Oboe y Orquesta de André Esphay que tocarán con Layana, ofrecerán la exigente Sinfonía N.- 2 en Mi menor Op. 27 de Sergei Rachmaninoff.
En Quito han habido conciertos, pero más modestos, el más recordado fue el que los músicos ofrecieron en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, dirigidos por Patricio Aizaga, con un repertorio de música pop de los Beatles, algo considerado incluso sacrilegio para una orquesta en esos tiempos (1991).
El concertino alterno de la orquesta, Ecuador Pillajo, indica que esa presentación es recordada porque la sinfónica dejó en alto su nombre y el de su ciudad en una sala que acoge a más de 1.000 personas, llena de tope a tope, rompiendo un mito de que un ensamble de su tipo no debía tocar música popular, lo que también hizo ese año en Guayaquil.
Hoy en la Casa de la Música se ha preparado un repertorio compacto, pero de alto nivel, que iniciará con el Ballet aborigen del compositor ecuatoriano Luis Humberto Salgado, que incluye Los Abagos Danza Ritual (Simbolismo del Bien y el Mal) y Escena de Corpus Vísperas, Fiestas y Danzantes. El momento principal será la interpretación del Concierto para Oboe y Orquesta de André Esphay, que ya se presentó en Guayaquil, el pasado 28 de octubre, con la participación de Jorge Layana, considerado el primer oboísta profesional e inspiración de muchos jóvenes que en la actualidad tocan este instrumento.
De las evaluaciones rendidas entre fines de septiembre e inicios de octubre por la planta orquestal, ante un jurado internacional formado por 4 directores de orquesta, los resultados aún no son públicos. Pero los músicos y su director confían en haber superado la prueba con una excelente evaluación para la mayoría, lo que comprueba que ya están tocando nuevamente. La entrada al concierto de hoy es libre.