Estudio realza símbolo del danzante cañari
El danzante cañari es un personaje que pervive desde la época prehispánica. Lo caracterizan su vestimenta, su indumentaria y los instrumentos musicales que usan para interpretar sus melodías durante las celebraciones. Pero además, le “canta” a las deidades mediante el pinkullu (instrumento de viento ancestral).
Esto se desprende de la investigación científica efectuada por cuatro expertos de la Universidad Nacional de Educación (UNAE), dentro de un proceso para que esta manifestación cultural sea declarada como Patrimonio Inmaterial del Ecuador.
El estudio, que fue efectuado por la etnomusicóloga Patricia Pauta, el antropólogo Alexander Mansutti, el etnomatemático Marco Vinicio Vázquez y el taita José Antonio Duchi, fue entregado al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) el pasado 30 de octubre y está bajo análisis.
Los docentes esperan que con estos informes se dé aval y reconocimiento a esta figura que persiste en la cultura y tradición de la zona sur del país.
Pauta, quien es docente de la UNAE, ha estado inmersa en las investigaciones del danzante cañari desde hace 25 años, como parte de sus tesis de licenciatura, maestría y doctorado.
Rol en las festividades
Con investigaciones in situ en comunidades de Girón (provincia de Azuay) y del Cañar, la experta enfatiza que el danzante cañari juega un papel fundamental en festividades como el Inti Raymi y Corpus Christi.
“Hoy en día, en las zonas urbanas y rurales pervive este danzante y por eso amerita que esta tradición sea considerada como un valor inmaterial. Y que se lo declare en algún momento como patrimonio de la nación”, aseguró Pauta.
La experta subrayó que para este estudio se tomaron en consideración tres fases de la historia nacional: la prehispánica, la etapa colonial y la actualidad.
“El Tundunchil (danzante) es una expresión cultural cañari que incluye varios instrumentos musicales en el grupo de la Mama Danza con los Wawa Danza. Es un ensamble”, aseguró.
En la era prehispánica los Mama Danza portaban cascabeles de oro en los pies, estos instrumentos musicales datan de finales del Periodo de Integración.
“Esto evidencia que 1.500 años D.C. ya estaban presentes los cascabeles y hoy en día son los mismos que porta el Wawa Danza”, indican los docentes de acuerdo con la investigación entregada al INPC y que está contenida en 75 páginas.
Hoy en día pervive la figura del danzante y por eso los docentes piden su reconocimiento nacional. Foto: Archivo / El Telégrafo
Los instrumentos e indumentarias
Otro instrumento emblemático es el pinkullu; lo toca el Mama Danza y es, incluso, más antiguo que los cascabeles, data del periodo de Desarrollo Regional, es decir, cerca de 500 años D.C.
En la antigüedad se destacaban también las Ushutas, una especie de sandalias de cuero con una plataforma de madera en las puntas, que servían para generar la rítmica.
Usaban también la Tinkullpa (pectoral de oro), que producía sonoridades mediante el golpe de unos colgantes largos que se ponían a manera de aretes. “Tanto las Ushutas como la Tinkullpa se han perdido con el paso del tiempo”, lamentó Pauta.
De la época de la Colonia, los investigadores de la UNAE destacan la resistencia del danzante cañari ante la llegada de las órdenes religiosas al Ecuador.
Fusión de culturas
Pauta reseñó que se dio un sincretismo con Los Seises, un grupo de niños que realizaba una danza sagrada delante del Santísimo de la Catedral de Sevilla (en España) y que fue traída a esta región con la Octava del Corpus Christi.
“Esa analogía permite que se fusionen y no se pierda la danza y las costumbres cañaris, (pese) a que en la colonia muchas de estas prácticas culturales fueron abolidas por ser consideradas diabólicas”,sostuvo la investigadora.
“El Tundunchil es una manifestación llena de significado, es una narrativa espectacular a todo nivel, auditiva, visual, sensorial”, destacó Pauta. (I)
La investigación
Labor
El estudio realizado por el grupo de docentes cuenta con el apoyo del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD de Cañar), la Casa de la Cultura núcleo provincial y el colectivo Cuchara de Palo, entre otras organizaciones.
75 páginas tiene el estudio que realizaron los docentes de la UNAE sobre los danzantes.
Cumplimiento
En caso de que se cristalice la eventual declaratoria se procederá a elaborar un Plan de Salvaguarda. (I)