Sandra Araya: “Ahora hay un flujo visible de literatura de mujeres; antes debían ocultarse”
¿Qué la motivó a ser escritora?
A los ocho años yo ya era una lectora voraz. Siempre quise ser eso que veía en los libros y que me daba tanto placer, aunque nunca me planteé ser escritora profesional porque siempre tuve miedo al rechazo y, sobre todo, a no tener talento.
¿En quién encontró inspiración?
Cuando uno ve las obras se da cuenta de que hay influencias en ti que estaban dormidas.
Para mi primera novela hubo influencia de las hermanas Brontë, Charlotte y Emily. Para El Lobo creo que fue en La Última Niebla de María Luisa Bombal.
Hay influencias que están dormidas y que cuando la obra ya está terminada, las puedes rastrear.
¿Qué tan difícil es para una mujer ingresar a las letras?
El machismo creo que está presente en cuestiones sociales. Al principio me acuerdo que escuchaba decir que las mujeres tenemos dos temas para escribir: literatura infantil o literatura erótica y yo no escribo ninguna de las dos.
Ha existido desigualdad. Antes las mujeres tenían que usar seudónimos para poder publicar. Ahora hay un flujo visible de literatura escrita por mujeres.
¿Qué tan eficiente ha sido el Estado para impulsarlas?
Voy a referirme al Plan del Libro. Creo que fue una negligencia lo hecho con el libro Mujeres que escriben con quienes participamos y con otros autores e ilustradores a los que no notificaron que su obra iba a ser publicada. El Estado debió avalar el derecho de autor. También deberíamos trabajar en insumos, porque hacer un libro en el país es caro, ya que los insumos de impresión son importados.
¿Quién la impulsó?
Debo nombrar a Xavier Vásconez. Cuando iniciamos nuestra amistad, hace 10 años, le llevé unos cuentos. A los dos días me dijo que estaban bien. Me dio el impulso para llevar uno de mis cuentos a la Bienal Pablo Palacio, la cual gané. (I)