Más que una competencia es   una amistad con “levadura”, la que amasan los participantes del reality digital En las puertas del horno.

Así lo vivieron los seis panaderos que ayer vendieron  sus productos en una feria en los exteriores del Ministerio de Agricultura, en el norte de  Quito.

El reto era sencillo: vender 300 panes en menos de una hora, y lo lograron Luis Pérez y Ángel Armas, por lo que se suman a los dos finalistas oficiales, Alfredo Delgado y Luis Llerena.

Los cuatro participantes están en la final del reality que se realizará el próximo viernes 18 de enero.

Luis Pérez tomó con satisfacción estar en la final con sus compañeros.

“Recién en la mañana envié mensajes a los amigos para que vengan a la feria y se vendió todo”, comentó.

Pérez participa con la panadería Danes, ubicada en el sector de El Dorado.

“El reality es una experiencia grandiosa. Toda mi familia me ha visto, hasta una prima que vive en Italia”, contó sonriente.

En el caso de Armas declaró que el reality lo ha llenado de “muchas fuerzas” y pasar a la final lo toma con mucha alegría.

“Desde el inicio lo tomamos  como compañeros y desarrollamos una gran amistad entre todos, no nos vemos como competencia”.

Los artesanos se tomaron fotos con los familiares que los acompañaron y los visitantes de la feria que ya los conocen por el programa.

Ángel estuvo acompañado de sus parientes y de su hijo Martín, de 9 años. “Él me ayudó en las votaciones. La familia es lo más importante para todo”, dijo.

Los enrollados, cachitos, pan integral, bizcochos y dulces fueron los productos que se ofertaron y que, en menos de una hora, se vendieron todos como “pan caliente”.

La curiosidad llamó a algunos clientes y a otros motivó directamente a comprar. Como Cristina Colcha que vio el reality en la web y ayer estuvo en la feria.

“Venimos a comprar, soy fan del reality”, indicó, mientras mostraba las dos fundas de pan que adquirió. 

Uno de los panaderos más animados era Cléver Tigre,  quien manifestó que “el reality ha sido una gran experiencia”.

Al igual manera lo hizo Jefferson Sánchez, con su local Pan Nuestro. “El pan suizo es el que más se vendió, me llevo la amistad de todos. Me siento un ganador”. (I)