La RAE le da luz verde al asterisco (*) como símbolo de errata
El asterisco, ese símbolo que parece estrellita (*), cada día gana más protagonismo en el lenguaje escrito debido a las nuevas herramientas para comunicarse, como chats y mensajería instantánea. Quizá por eso y porque errare humanum est hace unos días la cuenta de la RAE escribió en Twitter sobre este símbolo tipográfico y a partir de dicha publicación una legión de lectores hizo comentarios.
"¿Es válido el uso del asterisco para corregir una palabra de un mensaje anterior?", preguntaba un usuario a la RAE.
La institución respondió: "Lo es. El asterisco empleado en mensajs electrónicos para señalar la corrección de una palabra puede aparecer tanto delante como detrás, siempre unido a ella".
Mensaje*
La respuesta provocó sonrisas porque si bien la Academia es consciente de que ese uso no está contemplado en la norma, otorga licencia para usarlo en los chats de textos o mensajería instantánea, pero además la RAE cometió un error deliberado al responder para dar un ejemplo de su uso.
Asterisco viene del latín asteriscus, y este del germano asteriskos, que significa estrellita y es un signo ortográfico que se utiliza, entre otros usos, como llamada de nota y, en lingüística, para indicar que una forma, palabra o frase es hipotética, incorrecta o agramatical.
"¿Cómo se diferenciaría entonces lo que es agramatical de lo corregido? ¿Por contexto? Porque en ambos casos se utiliza el asterisco si no me equivoco", preguntaba otra usuaria. "Se trata de dos usos de ámbitos y registros diferentes. El uso del asterisco como corrección es solo propio de chats y mensajería instantánea", respondió la RAE.
Con esta respuesta queda claro que la Academia acepta el uso informal del asterisco (*) como signo indicador de errata al lado de la palabra corregda.
Corregida*
*Corregida
El asterisco puede usarse tanto antes como después de la palabra rectificada.
Formalmente el asterisco es un signo ortográfico auxiliar en forma de estrella (*), que se coloca en la parte superior del renglón y siempre se ha empleado como signo de llamada para notas al margen o a pie de página.
Beethoven* compuso una única ópera, titulada Fidelio**.
* Bonn, 1770-Viena, 1827.
** Estrenada en Viena en 1805, durante la ocupación francesa de la ciudad.
En obras de gramática se utiliza para indicar que una determinada construcción es «agramatical», es decir, imposible, por incumplir alguna de las reglas del sistema de la lengua: *Sus estos ojos; *Quiero que yo vaya a París.En informaciones o comentarios etimológicos sirve para indicar, antepuesto a una voz, que se trata de un vocablo hipotético, fruto de una reconstrucción, cuya existencia se supone aunque no se haya documentado por escrito. (I)