Premio Cervantes para el poeta chileno Nicanor Parra
Nicanor Parra, el creador de la llamada antipoesía, obtuvo ayer el Premio Cervantes, máximo galardón literario en lengua castellana.
Parra, a sus 97 años, se ha convertido actualmente en el tercer chileno galardonado con el Premio Cervantes. Antes lo ganaron Jorge Edwards, en 1999, y Gonzalo Rojas, en 2003.
Aunque su primer texto poético data de 1937 (“Cancionero sin nombre”) no fue hasta 1954 cuando los “Poemas y Antipoemas” del autor chileno, nacido en San Fabián de Alico el 5 de septiembre de 1914, causaron el asombro y el rechazo de los puristas amantes de la poesía clásica.
La antipoesía es la poesía de lo cotidiano en su forma y en su fondo y Parra lo dejó en claro ya en 1954, cuando proclamó que “durante 50 años la poesía ha sido el paraíso del tonto solemne”.
Preguntado después del éxito de “Poemas y Antipoemas” si buscaba ser el mejor poeta de Chile, respondió: “No, me conformo con ser el mejor poeta de Isla Negra”, en alusión a Pablo Neruda, que en ese entonces ya vivía en esa localidad de la costa central de Chile.
También aludió a otros poetas chilenos cuando proclamó: “No a la poesía de pequeño Dios (por Vicente Huidobro), no a la poesía de toro furioso (por Pablo de Rokha), no a la poesía de vaca sagrada (por Neruda)”.
Admirado por Bob Dylan, Alan Ginsberg y Roberto Bolaño, Parra es un profundo devoto de clásicos como el propio Cervantes, Shakespeare y Dante y -confesó una vez a EFE- de Gonzalo de Berceo.
En este último, Parra creyó encontrar un remoto referente de la antipoesía, pues usó “el lenguaje del pueblo” en su creación literaria. EFE