El premio Alfaguara considera la lógica del "storytelling"
Guillermo Arriaga es el cuarto mexicano en ganar el Premio Alfaguara desde su aparición, en 1965, por su novela Salvar el fuego.
La primera en alcanzarlo para el país latinoamericano fue la escritora Elena Poniatowska, por su novela La piel del cielo.
Desde el triunfo del cubano Eliseo Alberto, en 1998, por su novela Caracol Beach, hay otra coincidencia entre los ganadores de este premio -además de haber integrado las filas de la editorial antes de su reconocimiento por la misma-: su vinculación con el cine y la televisión.
Es así que entre los ganadores figuran el peruano Santiago Roncagliolo, ganador del premio en 2006 por Abril rojo, quien es también dramaturgo y guionista; el colombiano Jorge Franco, ganador de la edición de 2014 por El mundo de afuera, cuya novela Rosario Tijeras tuvo un éxito televisivo en su adaptación.
En la lista están también Eduardo Sacheri, cuya novela El secreto de sus ojos, fue un éxito cinematográfico; y el guionista y director de cine Ray Loriga con su Rendición, en 2017.
Arriaga ha sido guionista de Alejandro González Iñárritu en Amores perros, 21 Gramos y Babel.
En una entrevista con este diario, Arriaga dijo que cuando empezó a escribir para cine, su intención fue llevar mecanismos de la novela a la pantalla y jamás a la inversa.
Sin embargo, desde 2017, productoras de televisión streaming como Netflix y HBO piensan cada vez más en la adaptación de contenidos literarios. Un ejemplo de ello es la próxima versión de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Apostar por contenidos que puedan ser fácilmente adaptables en un mundo en el que se incrementa el storytelling, que no es casual.
Salvar el fuego narra una historia improbable de amor protagonizada por un preso, JC. “Es una novela polifónica que narra con intensidad y excepcional dinamismo una historia de violencia en la que el amor y la redención aún son posibles”, dijo el jurado del Premio Alfaguara. (I)