Paceo, un tributo jazz a las mujeres guerreras
El jazz contemporáneo de Lyzbeth Badaraco abrió el telón del XV Festival Ecuador Jazz durante su séptima jornada, el 16 de marzo, en el Teatro Nacional Sucre.
El público -que ocupó buena parte de la platea, pero escasamente los palcos- se mostró complacido frente a la presentación de la pianista guayaquileña, a quien acompañan el baterista Roberto Morales, el contrabajista Fabricio Vela y el guitarrista colombiano Santiago Sandoval.
Este último fue productor y uno de los instrumentistas de 93, el disco debut de Badaraco, del que interpretaron “Geneva” e “Indibil y Mandoni” para arrancar un repertorio variado.
“Cartas a Medardo” fue escrito mientras la pianista pensaba “en los últimos momentos de vida del poeta guayaquileño Medardo Ángel Silva (1898-1919)”, se trata de una canción que fusiona melodías latinoamericanas con el jazz como base.
La pianista Lyzbeth Badaraco presentó a Álex Alvear como uno de sus “compositores y músicos favoritos” antes de interpretar su “Caballito Azul”. Foto: Marco Salgado / EL TELÉGRAFO
Otra de sus historias hechas canción fue “Guayas y Quil”, de ritmos más tropical”, que la artista dedicó a su ciudad. El saxofonista Gilberto Rivera y el cantante Álex Alvear fueron los invitados de la velada para la interpretación de “Caballito Azul”, tema compuesto por Alvear y que el cuarteto grabó con arreglos de Sandoval.
A uno de los momentos más emotivos de la noche le siguió el cierre con “Vasija de Barro”, que tuvo como invitada a la cantante Jenny Villafuerte en una interpretación que transformó al ritmo danzante en una pieza arreglada por la pianista y Sandoval, quien ha sido prenominado al Grammy Latino.
El jazz de una viajera
Pese a que no contó con la cantidad de público que, el jueves pasado, convocaron los jamaiquinos The Skatalites y los nacionales Jazz de Barro, la jornada del sábado culminaría con la presentación de Anne Paceo Circles sobre las tablas del escenario principal del certamen que ayer tuvo su clausura en el Parque Urbano Cumandá.
La baterista francesa debutó en el país y habló con su audiencia entre cada tema. “Sunshine” fue el inicio de su repertorio, que continuó con “Tzigane”, ambas del disco Circles, de 2016.
La voz de Ann Shirley, el saxofón y clarinete de Christophe Panzani y las teclas y bajo-sintetizador de Tony Paeleman completan la banda en que cada tema guarda lugar para el brill de la percusión sin que eso opaque al resto de músicos.
Paceo también canta, en piezas como “Calle Silencio”, de su más reciente placa, Bright Shadows. Aunque hay pasajes en que el predominio es instrumental, como en “Les Châteaux de sable”.
A “Stranger”, que había hecho estallar los aplausos de los asistentes, le sucedió “Nehanda”, que Paceo presentó como el nombre de una mujer guerrera (Nehanda Nyakasikana), que ha resistido la colonización inglesa en Zimbabue, pero que la autora dedica a todas las mujeres guerreras del mundo.
“Inventé un lenguaje imaginario y de encantamiento para rendir un homenaje” dijo la baterista, que firmó algunos de sus discos en el teatro, luego de haber vuelto al escenario con su propuesta que incluso tiene influencia de la música popular. (I)