OIA, tres décadas llevando la música andina al mundo
La mezcla del sonido abrazador del viento de los Andes, la dulzura de los instrumentos de cuerda y la fuerza y energía de los instrumentos de percusión caracterizan a la Orquesta de Instrumentos Andinos (OIA), que cumple 30 años de trayectoria.
Conformada en mayo de 1990 esta agrupación está conformada por 38 músicos que han dedicado su vida al proyecto.
La orquesta logra una sonoridad particular por su estructura en tres bloques. Vientos: quena, quenilla, quenacho, flauta de pan, zampoñas (Sikus) de varios registros, pingullos, ocarina, rondador, palla, bocina y silbatos precolombinos.
Cuerdas: guitarra, charango, mandolina, bandolín ecuatoriano, arpa diatónica, tiple colombiano, cuatro llanero y contrabajo.
Percusión mayor: bombo, redoblante, marimba, congas, bongoes, cajón peruano, bomba ecuatoriana.
Percusión menor: chagchas, palo de lluvia, pandereta, cencerros, maracas y guasá, entre otros.
Durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, los músicos han trabajado desde casa y comparten sus composiciones en las redes sociales.
Fundador
Luis Guevara lleva 30 años en la orquesta; es uno de los fundadores. Su destreza con el charango, instrumento que considera exótico, le ha llevado a interpretar obras como la Marcha Turca, de Mozart; Czardas, de Vitorio Monti; Vals del minuto, de Chopin, entre otras.
Así trata de romper con el imaginario que este instrumento solo sirve para tocar música vernácula de la región sudamericana.
“Treinta años de trayectoria nos hacen una orquesta joven en comparación con las europeas, que son centenarias (…); sin embargo, sabemos que hemos inspirado a varias en Sudamérica, quizás no el mismo formato, pero con un gran amor y respeto por lo suyo”, subrayó Guevara en una entrevista con el colectivo Mamacuchara.
Los músicos han participado en festivales en países como Costa Rica, México, Colombia, Brasil, Perú, Chile, Rusia, Alemania, entre otros.
Milton Castañeda ingresó a la orquesta el 4 de enero de 1999. Comenta que la versatilidad caracteriza a la agrupación, sobre todo en tiempos como los que se viven actualmente por la pandemia.
“Hay miembros creando repertorio con composiciones y adaptaciones; otros ampliamos el repertorio solista, algún otro afina su manual de organología de instrumentos andinos; cada uno aporta desde su fortaleza”, dice. (I)
“Componer es cambiar al mundo mediante el arte”
Uno de los intérpretes más jóvenes de la agrupación es Alexis Zapata.
Desde pequeño supo que sería un músico especialista en instrumentos de viento andinos.
Ha efectuado arreglos para el formato de la OIA, y su trabajo creativo incluye la obra Suite Ecuatoriana No. 1, dedicada a la banda a la que pertenece desde hace tres años y medio.
Para él, “la composición es la mejor forma de cambiar el mundo mediante el arte, inspirar al público y promover la preservación del patrimonio”.
Los músicos de la Orquesta de Instrumentos Andinos comparten la pasión por su trabajo y en su aniversario esperan continuar aportando su cultura al mundo.
Para celebrar hicieron artículos, videos y entrevistas a sus directores y músicos. Todo está en su página de Facebook.
Han publicado discos como Disco de las Fiestas de Quito (1993) y Música clásica de los Grandes Maestros (1996), entre otros.
La orquesta pertenence al Municipio del Distrito Metropolitano de Quito; la administra la Fundación Teatro Nacional Sucre. (I)