Nuevo libro muestra facetas desconocidas de Julio Cortázar
Editado por el sello Patria Grande, el libro recoge testimonios del poeta Ernesto Cardenal, el narrador Sergio Ramírez, ambos nicaragüenses, y del cineasta Oscar Castillo de Costa Rica, entonces encargado de propaganda del Frente Sandinista.
Incluye además varios textos del autor de Rayuela sobre su compromiso con Nicaragua: entre ellos el cuento Apocalipsis en Solentiname, y Ósmosis entre revolución y cultura, su discurso en ocasión de recibir en 1983 la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío.
El prólogo del libro señala a ese viaje clandestino que realiza Cortázar desde Costa Rica –adonde había viajado para dar una serie de charlas y dialogar con escritores ticos- funciona como una marca de su itinerario latinoamericano que incluye sus viajes a Cuba, a Perú, Ecuador y a Chile antes y durante el gobierno de Salvador Allende.
El escritor argentino Jorge Boccanera, uno de los compiladores del libro, señala a Télam que el libro da el perfil de un Cortázar latinoamericano que se daba mucho con la gente, se mezclaba con todos y se solidarizó y trabajó por la libertad de los pueblos oprimidos, denunciando las atrocidades de las dictaduras del Cono Sur, y las de Guatemala y El Salvador.
Los recuerdos de los convocados, revelan la lucidez y generosidad de un escritor que incluso posterga su propia escritura por la causa sandinista, convocando la ayuda internacional y a escritores como Arthur Miller, Ariel Dorfman, Carlos Fuentes, Harold Pinter, Günter Gras y Salman Rushdie, para mencionar sólo algunos.
Cortázar se prodigaba en distintas tareas en esa Nicaragua en guerra: Participó incluso en actividades riesgosas como una vigilia junto a escritores de varios países en la frontera con Honduras, donde el ejército de este país junto a fuerzas militares estadounidenses realizaban maniobras conjuntas; una zona donde los contras entraban a matar campesinos, cuenta el compilador.
Y concluye: Recuerdo que estaba muy entusiasmado con la campaña de alfabetización y el reparto de tierras, también por las múltiples tareas emprendidas en el ámbito cultural, siempre bregando por una libertad por fuera de dogmas y ortodoxias, dando un lugar primordial a la inventiva, la imaginación.(I)