La música se fusiona con la gastronomía en Quito
La música suena al ritmo de la banda de rock The Perros. Mientras tanto, un plato de comida llega a la mesa del resto Frika, mientras la gente no deja de aplaudir.
El público escucha las melodías, canta, conversa y no deja de pedir picadas.
The Perros es liderada por Tote Neira, de la generación de músicos que han optado por emprender negocios de alimentación y, así, diversificar sus ingresos.
Neira es un músico chileno residente en Ecuador que luego de una década tocando en proyectos como Zebra, y luego con su nombre, decidió abrir un local para emplear sus talentos, en la gastronomía y la música.
Con esa visión, en marzo de 2018 Tote y su socia María Belén Quispe inauguraron el restaurante Frika, ubicado en el sector La Mariscal, en el centro norte de Quito.
“Faltaba un espacio en la zona, no solo de comida, también para las bandas en vivo y stand ups comedy”, dice Tote.
El artista relaciona esta experiencia con su natal Chile, cuando de niño vivía en un restaurante, lugar donde aprendió a cocinar.
“Aquí Tote unió sus dos pasiones, la cocina y la música”, asegura María Belén.
Frika comenzó con gastronomía chilena y ahora se han especializado en comida mexicana, como burritos, tacos, y quesadillas.
Tote, que con su guitarra ha sido un rostro conocido en la escena de Quito, asegura que la diferencia de tocar en su propio local es simple.
“Lo bueno es que puedo tocar hasta la hora que yo quiera (risas), o tengo amigos que vienen y surge el show”.
Neira apunta a que Frika se convierta en un reducto de apoyo artístico.
“No me cierro a los estilos, yo hago rock, pero aquí hay espacio para el hip hop, la electrónica, el pop, y la música inédita, o de autor”.
El músico anunció que está organizando un calendario para que cada día tenga su actividad. Por lo pronto, los miércoles es para los Standuperos (comedia), y los fines de semana para diferentes bandas de música.
Ahora, con una visión empresarial, Tote enfatiza en que este tipo de iniciativas es un impulso a la comunidad de artistas locales.
“Las autoridades deben ser conscientes del esfuerzo que hacemos en el sector, porque creamos cultura y también incentivamos el turismo local”, dijo.
The Hyde
Paula Ruiz, integrante del grupo de rock Volume Attack en el bar The Hyde, que está abierto al público capitalino desde hace seis meses. Foto: Álvaro Pérez / et
¿Quién dice que “lo oculto” no brilla con fuerza en la noche? Esa es la filosofía del bar The Hyde, ubicado en la Orellana y Reina Victoria en Quito, y que abrió en diciembre de 2017.
“Se inauguró por la necesidad de los socios de tener buen rock en la ciudad, escuchar a nuevas bandas, con farra y comida”, dijo Paula Ruiz, una de las socias y también miembro del grupo Volume Attack, de rock alternativo de los años 90.
Ruiz señala que The Hyde “es un lugar diseñado para una buena presentación del músico, en el escenario, con las adecuaciones, camerinos, y baños”.
El sitio ya ha presentado a varias bandas nacionales, como Los Tigres del Chaulafán, y Big Mama.
El nombre The Hyde está basado en la clásica novela de Robert L. Stevenson, en el “lado oculto” de las personas.
“Nos gustó la idea de transformarte, sentirte libre, que seas tú mismo”.
En este tiempo, The Hyde ha crecido con su dinamismo. “Desde el lado del negocio, queremos que sea la casa del artista. Y también que el consumidor lo disfrute”, concluyó Paula.
Con estos negocios, los artistas no solo afinarán voces, también afinarán las cuentas, y solo así “el show podrá continuar”.
Comedia
→ The Hyde. Además de los conciertos de bandas también presenta espacios para la comedia. Toma tu tomate (los miércoles) cuenta con la participación de comediantes profesionales y novatos. El público decidirá quién se queda.
→ 14 años tiene Tote Neira como residente de Ecuador, y diez en la música con varias bandas.
→ Frika. El nombre es originario de las Fricandelas, un tipo de pan tradicional en el Cono Sur (Chile y Argentina), muy popular para realizar un estilo de sándwich. (I)