Muerte y amor, un espejo de Juan Luis Panero
A los 71 años murió el escritor Juan Luis Panero, en Girona, ubicada en la costa mediterránea de España. “La familia de los Panero (que incluye a su hermano Leopoldo María), retratada crudamente en la película El Desencanto, de Jaime Chávarri, fue siempre acomodada desde su patriarca, el también poeta Leopoldo Panero, por lo que desde su nacimiento Juan Luis tuvo acceso a los mejores centros educativos del mundo en Europa, Estados Unidos y México, y se codeó con los intelectuales punteros de la época. Luis Cernuda era un habitual en casa de su padre”, cita el portal Euronews.
Su irrupción en la poesía española fue en 1968 con la publicación de A través del tiempo, al que siguieron Los trucos de la muerte, en 1975; Desapariciones y fracasos, en 1978; y Juegos para aplazar la muerte, en 1984.
Con el libro Antes que llegue la noche (1985) ganó el Premio Ciudad de Barcelona. En 1988, con Galerías y fantasmas, obtuvo el Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe. En 2009 Ediciones Vitruvio publicó La memoria y la muerte, una antología que recogió toda su obra poética editada hasta entonces.
“Sin duda, además de su poesía, que profundiza en el suicidio, la muerte, la experiencia amorosa y el paso del tiempo, la propia “maldición” de los Panero atrae a un gran número de lectores. Unida a las cintas El Desencanto y Después de tantos años (de Ricardo Franco) Juan Luis Panero publicó su jugosa autobiografía casi en la clausura del siglo “para no dar más entrevistas”, como él mismo ironizaba. En 1999 ganó el premio Comillas con ese volumen titulado Sin rumbo fijo”, recuerda Euronews.
“La biografía (el mismo Panero reconocía que su obra es altamente autobiográfica) alimenta ese halo de fatalismo que sobrevolaba tanto a Leopoldo Panero, el padre, como a Leopoldo María y Michi, sus hermanos.
Leopoldo el controvertido, para muchos el epítome del colaboracionismo intelectual con el aparato franquista, es definido como una persona alcoholizada y violenta, y alrededor de la cual los hermanos se siguen preguntando años después. Michi, muerto en 2004, con su bar El Universal, fue el epicentro cultural de Madrid”, sostiene el periodista Óscar Valero.