“Más que cuentos, son unas visiones que tiene la sociedad”
Mujer es igual a madre tierna y sacrificada, mujer es igual a bruja, mujer es igual a sumisa, mujer es igual al diablo y a veces, igual a una diosa.
Esas son las visiones que por medio de una selección de historias y microficciones, Ángela Arboleda, narradora oral y creadora del festival Un Cerro de Cuentos, presentará mañana y el sábado, en el centro cultural Sarao, a las 21:00. La sesión se llama “A costillas de Adán”.
Por el Día Internacional de la Mujer, Arboleda quiso recopilar y juntar alrededor de ocho cuentos de varias autoras a quienes admira, entre ellas están Marguerite Yourcenar, Ana María Shúa, Catita Coque, Carolina Rueda y Paula Carballeira. Además utilizó historias de la tradición oral.
El proceso de selección de Arboleda es parte de la ardua lectura que ha realizado por años. Amante también del cine y la televisión, esto le ha dado herramientas para poder contar las historias de maneras en las que “el público pueda reflexionar, por medio del humor, temas que muchas veces son un poco más ‘complicados’ o ‘turbulentos’”.
En “A costillas de Adán” -título basado en dos de las historias que contarán y en las que “él no es muy ingenioso ni termina bien”, afirma Arboleda- quiere presentar “no una visión romántica ni de género, solo dejar mostradas por medio del cuento todas las percepciones que existen en torno a la mujer”.
Asevera que “más que cuentos, son visiones que tiene la sociedad que muchas veces está muy estereotipada”, por eso es importante para ella la interacción con el público y sentir cómo reaccionan. En un momento de su presentación ella realiza la pregunta “¿Qué es lo que quieren las mujeres?”, las respuestas del público le darán paso a que cuente una historia en la que el personaje es capaz de hasta perdonarle la vida a otro si descubre la respuesta a este “enigma”, que de acuerdo con Arboleda es una manera de llamar a las mujeres complicadas.
Entre otra de las historias que contará se encuentra “Aprendiz de bruja”, de Ana María Shúa, que también pertenece a la tradición oral. Incluso un fragmento de la novela de Paula Carballeira, llamada “Smara”, en el que la mujer, con su belleza, es capaz de dominar al diablo, pero asimismo se muestra compasiva.
Dos cuentos que para Arboleda son clave -estos no tienen título y son de la tradición oral-, son los que recogen las historias entre Adán y Eva (en uno de ellos está Lilith, quien, según ciertos libros antiguos, fue la primera esposa de Adán y que decidió rebelarse e irse del paraíso).
Uno de esos cuentos termina revelando que Dios es mujer, además explica que Eva fue creada primero. La idea de la desmitificación o cambio de esa tradición que ha construido una serie de visiones sobre la mujer es lo que más le llama la atención a Ángela.
La “cuentera” relatará otra historia que forma parte de un trabajo de Catita Coque -también narradora oral-. En este se puede percibir a la mujer como inteligente y sabia. Una frase resume el cuento: “Cuando el diablo iba a nacer, la mujer ya era bachiller”. La función tiene un costo de $ 5 y dura alrededor de una hora.