Músico de carrera y gestor cultural quiteño, el director del Núcleo de Pichincha de la Casa de la Cultura trabajó en la Secretaría de la Gestión de la Política, durante la administración de Paúl Granda, y lleva la imagen de la marca país en su vestimenta.

¿Qué reglamentos rigen el funcionamiento del núcleo?
El reglamento de la Ley Orgánica de Cultura, en base al que hicimos la proyección presupuestaria. En el ámbito legal, la Junta Plenaria de la CCE aprobó los reglamentos de funcionamiento de los núcleos del país, y con el equipo jurídico del Núcleo de Pichincha aprobamos otro para las funciones del Directorio.

¿De qué forma contratan a prestadores de servicios?
Está el proceso de compras públicas, las modalidades de catálogo electrónico en el ámbito administrativo (servicios básicos, guardianía, entre otros) y para la gestión cultural se elaboró una base de propuestas y proyectos que se contrataron bajo regímenes especiales, a través de esta modalidad elegimos a los mejores ofertantes que se presentaron. Otro proceso legal es el de ínfima cuantía para contrataciones específicas o la subasta inversa para 20 eventos.

¿Las empresas con las que han contratado son independientes unas de otras o están vinculadas a un grupo específico?
No las conozco, deben serlo. Global Sonido, por ejemplo, fue seleccionada en la puja, un sistema que elige a los que ofrecen el costo más bajo. Y la corporación Kiart donó las sillas para el Pabellón de las Artes porque no podemos adquirir inmuebles, ya que la partida 84 no se aprobó.

¿Qué otros donantes hubo?
El Ministerio de Cultura y Patrimonio, la Secretaría Nacional de Gestión de la Política, el Banco Pichincha, institutos y hasta de mi casa. También tenemos el comodato del Pabellón de las Artes que gestionó la Secretaría de Cultura del Municipio de Quito. (I)