Un triángulo amoroso tiene sello Lorquiano
La vieja tradición del teatro de cachiporra ha regresado en La Tragicomedia de Cristóbal y Rosita, una adaptación de la sátira de Federico García Lorca que la agrupación Gestus ha puesto en escena en el Microteatro Guayaquil, complejo La Bota.
La obra rescata ese triángulo amoroso entre un viejo rufián (Cristobita), la bella doncella obligada a casarse con él (Rosita) y el amante pobretón (Cocoliche), quienes serán interpretados por Virgilio Valero, Maité Mosquera y Milton Gálvez.
Como la obra fue escrita particularmente para guiñol, en 1922, los artistas intercalarán sus discursos con sus dobles de trapo.
“Nuestro experimento en la puesta en escena es que combinamos actores y muñecos. Cada personaje tiene su paralelo como títere”, cuenta Valero, quien comparte la dirección con Bernardo Menéndez.
Una máscara es el cuarto personaje que lleva el hilo conductor de la historia y por momentos es el consejero de Rosita.
“Es la que hace la conexión entre todos los cuadros que se van presentando y al final habla de la tiranía y del nepotismo concentrado en la figura política que caracteriza Cristóbal”, dice Valero como un adepto a la reflexión sobre desenmascarar a cualquier autoritario para vivir en libertad.
“Es un lindo juego teatral y nos divertimos mucho haciéndolo porque además es muy dinámico, el texto tiene ese sabor poético de Lorca y conserva las frases de él que a veces tienen ese componente lírico”, manifiesta el actor que presentará esta pieza teatral hoy, desde las 20:00, hasta el sábado 30 de junio. (I)