Las Peñas, bajo la mirada patrimonial
La palabra barrio sirve para denotar y connotar ciudadanas y ciudadanos que habitan y comparten un espacio común. Hay barrios en París, en México, en Medellín, en La Habana y, por supuesto, en Guayaquil, pero uno surge como emblemático en esta última ciudad: el barrio Las Peñas.
Se emplea la palabra emblemático en el sentido etimológico de símbolo porque este barrio representa y recoge el ser guayaquileño. No en vano la ciudad nació y se desarrolló desde esta callejuela que en sus orígenes y hasta finales del siglo XIX estuvo habitada por pescadores y artesanos, es decir gente trabajadora que con su sacrificio y esfuerzo construyó y reconstruyó una y otra vez la ciudad después de los incendios que la asolaron cada cierto tiempo.
La faz del barrio tomó cariz aristocrático paralelo al ‘boom’ cacaotero cuando los ricos hacendados compraron a sus antiguos dueños terrenos y casas para edificar viviendas con las características arquitectónicas que se evidencian hasta la actualidad.
La denominación de Las Peñas le viene al barrio porque su enclave está justamente al pie de los peñascos en las estribaciones finales del cerro Santa Ana y, como no podía ser de otra manera, este nombre, surgido de la sabiduría popular, se afianzó, por ello cuando en 1912 el Municipio le impuso el nombre de “Numa Pompilio Llona” a su única calle, el nombre vernáculo predominó entre vecinos y afuereños.
El Estado ecuatoriano declaró al Barrio Las Peñas como Patrimonio Cultural del Ecuador en 1982. En este, justamente, se cumple el trigésimo aniversario de esta declaratoria y por este motivo el Ministerio Coordinador de Patrimonio y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural organizaron una muestra que recoge la historia y memorias del barrio y el foro “Pasado, presente y futuro del barrio Las Peñas”.
Los dos actos se cumplieron la noche del viernes pasado. Allí estuvo María Fernanda Espinosa, ministra Coordinadora de Patrimonio; Tatiana Hidrovo, presidenta de Ciudad Alfaro, entre otras autoridades.
El foro, que se realizó luego de la inauguración de la muestra “Tras las chazas del barrio Las Peñas”, se constituyó en un espacio para exponer el pasado, presente y repensar el futuro del barrio.
El poeta e historiador Ángel Emilio Hidalgo hizo un didáctico recorrido por la historia del barrio y de la ciudad, que abarcó desde la época fundacional, sus habitantes originarios, los que llegaron después, y la historia gráfica de la ciudad recogida en láminas y pinturas realizadas por anónimos y conocidos pintores como el francés Ernest Charton, quien llegó a Guayaquil por casualidad y se estableció en Quito, donde fundó el liceo de pintura "Miguel de Santiago", que sería el antecedente directo de la Escuela de Bellas Artes de Ecuador.
También habló sobre los personajes que vivieron en este barrio, entre ellos 11 ex presidentes del Ecuador, el mítico Che Guevara, Manuel Rendón Seminario, el reconocido pintor ecuatoriano, los escritores Ernest Hemingway, Enrique Gil Gilbert, entre otros. Por todo este bagaje, el barrio tiene merecido el título de patrimonio cultural, no solo de antaño sino patrimonio vivo, concluyó Hidalgo.
La exposición del arquitecto Pablo Lee se refirió en cambio a la problemática actual del barrio. Señaló que la primera pregunta que hay que plantearse es si todavía el barrio responde a esa categoría, tomando en cuenta que el 54% de sus edificaciones son viviendas, el 21% corresponde a comercios y un 23% a galerías y talleres de arte.
Otros puntos remarcados por Lee incluyen las restauraciones inconclusas, la preferencia vehicular sobre el peatón, y la inexistencia de información homogénea sobre el significado histórico y cultural del lugar.
También habló sobre la urgencia de recuperar el entorno natural; en el pasado, dijo, el barrio tenía dos vías de comunicación: el río y la calle; y, por último señaló que era importante determinar la función del barrio en la estructura urbana actual, dado el agresivo auge inmobiliario de zonas adyacentes.
El artista plástico Alfonso Uzhcaen, presidente de la Asociación Las Peñas, en su intervención hizo un emotivo recuento del barrio desde su memoria de joven recién llegado a Guayaquil a mediados de los años cincuenta hasta hoy.