Varios de los documentales que se presentan en el FestivalEncuentros del Otro Cine (EDOC) son estrenos de cineastas ecuatorianos. Entre sus características está el haber pasado por salas de festivales extranjeros, para finalmente anclarse ante el ojo de la audiencia local. Tres de estas películas pasaron por el sur del continente, Argentina, durante el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, BAFICI.

Silencio en la Tierra de los sueños

La película que dirige Tito Molina (Portoviejo, 1969) se estrenó el 10 de abril en la 16ª edición del BAFICI. Según comenta José Peña Loyola, miembro del equipo de Talent Press del Festival. Ese día también hubo un paro general en Argentina, lo cual no impidió la afluencia del público.

La película de Molina, según el crítico argentino Marcelo Panzzo, es una de esas capturas peculiares de la soledad en el cine. Para Peña es una forma de desafiar conceptos hegemónicos a partir de una mirada íntima y una voz propia.

En el Silencio en la Tierra de los sueños una anciana hace de su rutina su mejor compañía luego del fallecimiento de su esposo. El filme transcurre entre la religiosidad, la soledad y cotidianidad de una mujer que está anclada en el tiempo. Para Molina, la película “es un retrato sobre el ser humano y el indefectible destino al que se ve abocado. Un destino y un retrato que no tienen por qué vivirse desde la angustia ni el desconsuelo, sino desde la dignidad y la belleza”.

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Para construir esta historia Molina parte de las preguntas “¿Qué forma tiene la soledad? ¿Se puede visualizar el silencio? ¿Es la vejez el destierro a un lugar apacible o un estado de terror permanente?”, para finalmente contestarse que casi nunca las respuestas a estas preguntas coinciden con lo que la vida es capaz de mostrarnos porque es en lo cotidiano, en la conducta imprevisible de cada persona, donde esas respuestas, o ciertas certezas, pueden encontrarse.

Es con esta historia que su director no solo ha transitado por la aprobación del jurado y el público del BAFICI. Su estreno latinoamericano arrancó en el Festival de Cine de Guadalajara FICG, donde obtuvo una mención de honor en la categoría ‘largometraje de ficción’. Antes tuvo su premiere en la 31 edición del Festival de Cine de Turín y ahora se encuentra compitiendo en el Festival Internacional de Cine de Barranquilla FICBAQ junto a otros 6 títulos iberoamericanos.

El domingo se proyectó esta película en el MAACCine, sede del EDOCen Guayaquil y se proyectará el 29 y 31 de mayo y 1 de junio en las sedes del Festival en Quito.

Carlitos

José Antonio Guayasamín (Quito, 1979) dirige el primer documental ecuatoriano que entró en la competencia internacional del BAFICI, Carlitos, y logró el segundo lugar del voto del público. Guayasamín se introduce durante 3 años en la vida de Carlitos, joven quiteño de 20 años con discapacidad de lenguaje que lucha con 3 conflictos existenciales: comunicarse con las personas de su entorno, cumplir con un rol familiar que demanda ciertas responsabilidades y llevar una vida independiente.

El documental inicia cuando la mamá de Carlitos, que trabajaba en la casa de Guayasamín, llega a pedir ayuda a su familia con el argumento de que “Carlitos le pegaba a ella y el abuelo le pegaba a Carlitos”. Es así que Guayasamín inicia su aproximación a su personaje, lo ayuda a conseguir un trabajo en una fábrica de salchichas y lo inscribe en cursos de terapia de lenguaje.

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A pesar de la proximidad que consiguió, el documental se enmarca en la distancia de la cámara invisible, en la visión etnográfica del documentalista que toma partida en el lugar de los hechos pero está ahí para contarlo y permanecer en la sombra, en la distancia.

Carlitos se proyecta mañana en el MAACCine en Guayaquil, a partir de las 16:00 y el jueves a las 17:30 y el domingo 1 de junio a las 18:00 en el INCINE, en Quito.

13 puertas

David Rubio (Quito, 1979)trabaja durante 2 años en los corredores y divisiones de la cárcel de máxima seguridad de San Martín, la Unidad Penitenciaria 48, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina -país en el que actualmente reside- para contar cómo en ese penal se creó un centro de estudios, el CUSAM.

Rubio se pregunta “¿Qué pasa cuando la Universidad entra en un penal de máxima seguridad e invita a presos y guardias a cursar la carrera de Sociología como compañeros de clase?”.

La historia se enfoca en las clases y describe con ello sus personajes, algunos presos condenados a cadena perpetua y los guardias, y la dinámica que tienen con el centro carcelario. En esta interacción, Rubio intenta describir esa transformación de los presos con las clases y el enlace que se genera con quienes están en prisión como guardias.

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El comentarista argentino Diego Batlle comentó acerca del filme que “lo académico sirve para exponer las posibilidades de superación, reivindicación y redención de gente que está privada de su libertad, pero no de seguir formándose para -como ocurre al final con uno de ellos- reintegrarse al mundo real (de afuera) con la frente alta”.

Luego de haber quedado en tercer lugar del voto del público en los BAFICI, 13 puertas se estrena en Ecuador en el marco de la 13 edición de los EDOC el sábado 31 de mayo en el Ochoymedio de la Floresta, en Quito a partir de las 19:30 y el lunes 2 de junio en el MAACCine de Guayaquil. Cada una de estas películas es parte de la corriente que vive el cine documental en el país, y un experimento de retratar la forma en que nos vemos.