El cantautor quiso dejar un mensaje político antes de su concierto en la capital: confía más en la gente que en los dirigentes
“Las crisis suelen ser buenas para artistas”
La necesidad de dedicarle la vida entera a escribir, pintar o cantar es algo que tiene su raíz en la adolescencia, sostiene Joaquín Sabina. Con esa afirmación inició el conversatorio que mantuvo con medios de comunicación, al mediodía de ayer, como preludio a su concierto, la noche de mañana, en el Coliseo General Rumiñahui de Quito.
La búsqueda de mitos vitales se da en esa época, reiteró el cantante español para, luego, apoyar sus argumentos en una paráfrasis de Gabriel García Márquez: “como él dice, el escritor o cantante es el que quiere vivir en otra persona, el que quiere vivir otras vidas. Yo vivía en Úbeda, un pueblo muy bonito, pero (en la adolescencia) eran los últimos años del franquismo, era todo muy gris y todo estaba prohibido, sobre todo lo que le gustaba a uno”, sonrió el cantautor de 66 años. En esas condiciones, dictatoriales, “escribir o fantasear era vivir otras vidas, las que uno no podía vivir”.
La política, al igual que en otras de sus alocuciones, fue un tema recurrente. De hecho, la gira que lo trae esta vez -500 Noches para una crisis- es, dijo, el resultado de su deseo de querer huir de la crisis española, una situación que se ha tornado “muy pesada. (...) El mejor pretexto que encontramos fue reproducir ese disco (19 Días 500 Noches) que nos gusta tocar mucho en vivo, esta vez, más allá de cualquier promoción, para nuestra amadísima Latinoamérica.”
La desesperanza provocada por la crisis económica, imperante en España, ha sido una de las preocupaciones de Sabina. Y dio la sorpresa al asegurar: “igual que las crisis son muy malas para la vida de los pobres o el bolsillo de la clase trabajadora, para los artistas suelen ser muy buenas porque producen materiales de derribo con los que construir canciones”. La memoria, más que la nostalgia, y la bohemia serían escenarios propicios para sus creaciones, de hecho, por esta última -dijo el compositor de Por el bulevar de los sueños rotos- “han pasado todas las artes en el siglo XX”.
Las referencias que hace Sabina van del cine a la pintura -él practica este último arte- pero, sobre todo, son literarias. El cantante siente a América Latina como El Dorado, Macondo de Cien Años de Soledad o Comala de Pedro Páramo, esa novela universal como ninguna, del mexicano Juan Rulfo, o Santa María del uruguayo Juan Carlos Onetti... “es un territorio mítico que yo soñaba cuando leía, con 17 años, todas las novelas del boom, cuando no esperaba tener la suerte de visitarla”.
En cuanto a lo que definió como “vaivenes sociales de los últimos años”, dijo que lo primordial “es alegrarse de que los gobiernos de dictadura y libremercadistas, también feroces, hayan quedado de lado y que haya habido una oportunidad para determinadas clases de izquierdas”. Entonces, aclaró: “siempre pasa que nunca estoy totalmente de acuerdo con cualquier gobierno, pero sí con lo que los ha producido, con los movimientos y con la gente que ha dado lugar a que haya esa nueva esperanza... Dentro de un rato -señaló- discutiré de eso con (Rafael) Correa, que tengo que hacerle algunas preguntas, entre ellas, las que me han dicho mis amigos periodistas que le haga”, concluyó en tono de broma.
Frente a la situación de su país, Sabina soltó: “Ha habido una especie de terremoto electoral. La corrupción, en España, se ha ventilado tanto que va a servir como catarsis. Los jóvenes, que parecía que estaban anestesiados o dormidos, han despertado con diversos movimientos. No estoy enamorado de los líderes de (el partido) Podemos, sino de la gente que los vota”, concluyó. (I)
Estas fueron algunas declaraciones de Sabina en rueda de prensa: