La residencia de Saramago, abierta a todos
La apertura de la casa en Lanzarote del Nobel de Literatura de 1998, José Saramago, supone una gran contribución al patrimonio cultural universal, que mantendrá viva la memoria del escritor a través de un legado tangible, según su biógrafo, Fernando Gómez Aguilera.
Gómez Aguilera, autor entre otras obras de “José Saramago. La consistencia de los sueños”, destacó que la apertura al público de la casa del escritor portugués “pone en valor un legado físico, que es la casa, pero también un legado de huellas de vida (el ámbito doméstico) del autor”.
Hoy, coincidiendo con los nueve meses de su fallecimiento (ocurrido el 18 de junio del año pasado), está prevista la realización del acto oficial de apertura al público de la residencia “A Casa”, en la que vivió los últimos 17 años de su vida José Saramago, situada en el municipio lanzaroteño de Tías.
El escritor se instaló en este sitio, una la isla volcánica, en 1993 tras abandonar Portugal por la censura impuesta a su novela “El Evangelio según Jesucristo”.
Para Gómez Aguilera, “en su casa y su biblioteca de Lanzarote se conserva el rastro íntimo y personal más importante, más directo y más próximo de la vida de Saramago”. Además, en ese espacio de Lanzarote el autor de “Ensayo sobre la ceguera” imaginó y escribió varias de sus grandes obras y se proyectó como una de las más lúcidas conciencias del siglo.
El biógrafo consideró asimismo que la apertura de la casa de Saramago es un extraordinario regalo debido a la generosidad de la presidenta de la Fundación José Saramago y compañera del escritor, la española Pilar del Río. “Se crea un nuevo polo cultural que va a contribuir a cualificar la oferta cultural de la isla”, mencionó.