“La complejidad de la dirección es muy amplia”
Fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE) durante 3 años y desde su salida del ensamble el maestro suizo Emmanuel Siffert dedica su batuta a la conducción del Ballet Nacional Inglés, plaza de trabajo a la que pronto regresará. Además, se toma tiempo para viajar por el mundo y dar talleres, cursos, seminarios, master classes de dirección orquestal. Actualmente lo hace en Latinoamérica y desde el 19 de septiembre pasado en Guayaquil.
Hasta este sábado se espera que concluya la evaluación de los estudiantes que tomaron el Curso Internacional de Dirección de Orquesta, Master Class de Violín y Música de Cámara, en el Conservatorio Particular de Música Niccoló Paganini. Hoy, a las 19:30, los talleristas seleccionados por Siffert darán un recital de música de cámara y violín en el auditorio de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) y mañana el maestro suizo dirigirá al ensamble residente del taller, la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil, desde las 19:30, en el auditorio de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
¿Por qué se dio esta visita a Guayaquil para dictar un taller?
Patricio Jaramillo -director de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil- asistió a mi curso de dirección orquestal en Quito y tuvimos la idea de hacer un curso de dirección en Guayaquil, en el conservatorio que él es el rector.
Tener a la orquesta completa residente es una ventaja porque da una dimensión un poco más amplia.
¿Cómo evalúa a los estudiantes que ha podido formar aquí?
Todo se puede aprender, pero tenemos gente que está más adaptada y gente que está más interesada en conocer qué es dirección orquestal.
¿Cómo define usted a ese arte?
La orquesta para mí es un gran instrumento, para mí no es solo una parte de espectáculo como una ópera o el acompañamiento de un solista. En la sinfonía puede estar sola, pero la orquesta al acompañar es parte de un equipo y su director es el capo de todo, debería manejar su acople y funcionamiento en cada una de esas tres situaciones.
En el curso han estado la reconocida soprano Yasmine Yaselga y el joven pianista Andrés Torres como residentes, ¿cómo ha sido el trabajo con ellos?
He preparado a los estudiantes de dirección para que tengan un “feeling” para dirigir a la cantante, que respiren con ella, lo que significa oír un texto y lo que representa oír el texto y vivir la emoción que produce, en la ópera no es solo la historia, que es lo que deberían poner en el brazo. Ese fue el objetivo de la clase -el pasado 22 de septiembre en la mañana-.
Con la filarmónica juvenil usted ofrecerá un concierto como director, ¿qué tal siente al grupo?
Es una orquesta muy bien preparada con la que iniciamos el trabajo, con Coriolan Obertura, anteayer -el 20 de septiembre- que mañana continuaremos -el 23 de septiembre por la tarde-. Para el director es muy importante el oído, cómo escucha a la orquesta aquí: qué instrumento es más fuerte, cuál es menos fuerte, qué instrumento es un poco desafinado y cómo corregir, tomar la buena medicina, para dirigir a la orquesta. Claro, todo es un proceso de años.
¿Ha encontrado mucho interés en el aprendizaje de la dirección de orquestas en Quito y Guayaquil?
Claro, es muy bueno dar la introducción a este arte porque no se sabe exactamente de qué cosa se trata. Solo se ve a una persona que se mueve frente a la orquesta, pero la complejidad del trabajo es muy amplia. Mis cursos son una introducción en las que hacemos un trabajo de base, un poco de teoría; pero la dirección de orquestas tiene muchos aspectos, como trabajar con una cantante, con orquesta sola, cada uno muy diferente al otro.
¿Por qué incluyó la enseñanza de violín y música de cámara?
Es algo completamente distinto, como mi primer instrumento es el violín, Patricio me preguntó si podía dar clases de ese instrumento a los estudiantes y entonces mi cabeza al dictarla, se pone en modalidad de violinista.
¿Facilita el ser violinista, el dedicarse a la conducción de una orquesta o un ensamble?
No. Cuando uno proviene de la sección de cuerdas tiene mayor sensibilidad para los instrumentos de ese tipo; es completamente normal. Cuando uno proviene del corno tiene más sensibilidad para los metales.
El sábado los estudiantes de dirección guiarán a la orquesta en un concierto en la Espol Campus Las Peñas y usted lo hará mañana en la Universidad Católica, ¿qué repertorios manejará?
El mismo. Lo hemos trabajado en el taller e incluye óperas de Puccini, Tosca aria Vissi d’arte y La Boheme, la Aída de Verdi, además de una sinfonía clásica, la cuarta de Beethoven y del mismo compositor Coriolan Obertura. Para acompañar tenemos Chopin, un concierto para piano -Concierto para Piano y Orquesta Nº 2 en Fa menor, Op 21, con Torres como solista-.
¿Alguna razón especial para haber hecho esa selección?
Sí. Beethoven es un compositor de base para un director. Chopin es para acompañar y la ópera se escogió pensando en arias que se consideran clásicas del género.
Llegó a Ecuador el 18 de septiembre, ¿cómo preparó los cursos que dicta?
Estuve dando un curso en Inglaterra, pero preparar los contenidos es parte de la experiencia.
¿Qué proyectos tiene en Europa?
Estoy por dictar talleres en Venezuela y México para luego trabajar con el ballet en Londres. Esporádicamente trabajo como jefe artístico y director del proyecto Swiss Symphonic and Opera Composers que representa la posibilidad de descubrir obras escondidas y continuará el próximo año. Recientemente trabajamos con una pieza de un compositor suizo francés. Siempre estamos trabajando en descubrir las partituras.
¿Qué busca sembrar con sus cursos?
Es bueno ver el progreso de los estudiantes. Llevo 2 años dictando estos cursos y es bueno ver que hay directores que procesan muy bien lo que puedo enseñarles.