En Barcelona dejó de existir centro especializado
La caída en ventas provoca el cierre de una librería policiaca
La librería Negra y Criminal de Barcelona, especializada en novela negra, que llevaba más de una década abierta, ha anunciado que cerrará sus puertas el sábado 3 de octubre.
El establecimiento —al que le faltan cuatro meses para cumplir 13 años— cerrará definitivamente tras un periodo dedicado a liquidar existencias, algo que, salvando las proporciones, le ocurrió a la firma peruana Crisol, en Quito, la cual tuvo un cierre al que le precedieron 3 días de remates en que todos los títulos se ofertaron con un 50% de descuento en su precio establecido.
Aunque el caso catalán, al otro lado del charco, tiene que ver con un negocio especializado en un género muy leído, el de la novela negra, los resultados en ventas de auténticos best-sellers suelen contrastar con su cuestionado estatus literario: algún sector de la crítica encasilla las historias de criminales en una ‘literatura menor’, comercial, de menos prestigio editorial.
“Ahora que la novela negra está más de moda que nunca, Negra y Criminal cierra”, explican sus fundadores, Paco Camarasa (foto) y Montse Clavé, en un comunicado en el que recuerdan que cuando abrieron sus puertas, en diciembre de 2002, el género negro apenas si estaba presente en las librerías generalistas.
“Ahora la novela negra ocupa colecciones editoriales y grandes superficies, librerías y gasolineras, pero muy pocos de los lectores que apostaban por llegar hasta la Barceloneta a dejarse recomendar alguna que otra rareza y llevarse el último Camilleri nos visitan”, remarcan Camarasa y Clavé.
Los libreros han agradecido, además, la colaboración del Club Cómplices de Negra y Criminal los últimos tres años para «resistir» y han señalado que se van contentos por haber contribuido a poner el género en el lugar que creen que merece.
Los fundadores de Negra y Criminal han celebrado que en estos trece años se han creado muchos festivales, y que el festival BCNegra se haya convertido en uno de los “grandes acontecimientos literarios” del panorama cultural.
En Ecuador, las librerías especializadas escasean y, en cuanto a las masivas, la oferta tiene un horizonte algo esperanzador en la del Fondo de Cultura económica. (I)