“La bienal debe ser institución pública”
El actual director ejecutivo de la Bienal de Cuenca, Diego Carrasco, asume su rol a toda marcha y en los últimos meses se hace presente en varias ciudades del país para que la fundación homónima al evento pictórico fortalezca lazos con entidades como el Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, el Instituto Superior Tecnológico de Arte del Ecuador (ITAE) y la galería Arte actual, de la Flacso.
El pasado miércoles, en el centro cultural, ante un auditorio lleno en su mayoría por estudiantes y profesores del colegio de Bellas Artes, se juntó con los artistas guayaquileños Xavier Patiño, rector del ITAE; y Xavier Blum para la conferencia “Mostrar, mostrándose, mostrando… la función de la Bienal en Latinoamérica” en el marco de la exposición Los 90 apelando a los archivos de la memoria.
¿Era necesaria la realización de la conferencia en Guayaquil?
Creo que Xavier Blum y Xavier Patiño son parte de la historia del arte del país, incluso de la Bienal de Cuenca, a la que siempre han estado ligados de un modo u otro.
Debido al clima, no pudo acudir el cuencano Juan Pablo Ordóñez, ganador de la edición 2007 del certamen. Para nosotros es sumamente importante incluirlos en una charla al público para tener no solo la perspectiva oficial, desde nuestro punto de vista, sino también desde la perspectiva de los artistas: cómo la bienal, en algún momento, pudo haber incidido en o fue parte de su proceso creativo. Es por eso que la Fundación Bienal de Cuenca organizó una muestra retrospectiva sobre una pequeña parte de lo que fue el arte en los años 90.
¿Se dieron coincidencias en las ponencias de los artistas?
Xavier Patiño recordó el proceso de La Artefactoría y Xavier Blum trajo a colación a la “Cucaracha” y “Todo x 1 Yorch”, que son formas que ha adquirido el arte contemporáneo, con las cuales la bienal está trabajando, porque el fenómeno del trabajo colectivo es más bien un proceso casi cotidiano en ese tipo de arte.
¿Cuál es su rol como director ejecutivo del certamen pictórico?
Es una labor administrativa, de organizar el equipo de trabajo y cómo va a funcionar y gestionar los recursos, el manejo financiero o las relaciones con otros establecimientos vinculados al arte nacional.
¿Persiste la relación con el sector público cuencano y nacional?
La bienal es una institución que debería ser pública. En 2008 se tomó una decisión, que considero que no fue adecuada, de convertirla en una fundación municipal, ya que, aunque es privada, su único dueño es el Municipio de Cuenca.
La ley dice que si una fundación recibe más del 50% de su presupuesto de instancias públicas tiene que someterse a todas las regulaciones de dicho sector; así que, ¿cuánto ganamos con eso? Muy poco porque la ley impide al Gobierno dar recursos, sobre todo para gasto corriente, a instituciones de carácter privado como nosotros.
El Municipio de Cuenca ha aumentado su inversión de $30.000 a $210.000 por año. La del Ministerio de Cultura ha disminuido quizá porque es un nuevo actor que genera otros procesos y eventos.
¿Aún así hay relación con ellos?
Con el Ministerio tenemos un vínculo estrecho que ha permitido que la bienal, por primera vez, en sus 24 años de historia, produzca indicadores y procesos mucho más claros en planificación, en cuáles son los beneficios que genera para Cuenca y el país, qué ventajas están obteniendo los artistas. Creo necesario que la cultura, como cualquier otra instancia estatal, requiera una labor seria y coordinada.
¿Incide más lo administrativo en la parte artística de la bienal?
Es una relación simbiótica, más bien creo que hemos puesto en orden algo que antes no estaba tan claro. La parte administrativa es básicamente administrativa y no incide tanto en la parte técnico-artística que se encarga de preparar la bienal en su especificidad. Teníamos mucha más gente concentrada en el trabajo administrativo y no en lo artístico.
Además de la antología de ganadores en Quito y la muestra de los 90 en Guayaquil, ¿qué otras previas tendrá la bienal?
Hemos hecho varias muestras previas como “Ejercicios corporales”, en Quito y Guayaquil, y actualmente una de fotógrafos alemanes, en Cuenca. Abriremos una exhibición de artistas cuencanos nacidos en los 80 y este mes esperamos concluir este calendario iniciado en febrero.
¿Cómo van los preparativos?
Iniciaremos la exposición de la bienal el 11 de noviembre y cumpliremos actividades hasta el 31 de enero. Está llegando la obra y se ha iniciado el montaje con ligeros retrasos en la recepción de datos que envían los curadores internacionales; esperamos una ampliación presupuestaria del Ministerio y expondremos la obra de 57 artistas del mundo, principalmente en los museos de Pumapungo, de la Medicina y de Arte Moderno, en una bienal cuyo 40% de obra exhibida corresponderá al videoarte, remitido por los propios artistas.