El Ballet Folclórico Nacional del Ecuador Jacchigua es uno de los más icónicos  del país. Ha representado a Ecuador en cientos de festivales y concursos a escala mundial.

Sus integrants se consideran un museo viviente del Ecuador, ya que mantiene la memoria de un pueblo pluricultural y recorre las distintas manifestaciones de varias regiones andinas del país.

Su nombre proviene del vocablo kichwa jacchima, que recuerda la fiesta posterior a la época de la cosecha que brindaba el patrón de hacienda a los huasipungueros.

Al referirnos a este ballet también lo hacemos a su director, coreógrafo y fundador, Rafael Camino, con quien dialogamos sobre cómo él y su grupo de danza están enfrentando la pandemia del covid-19.

¿Cómo ha sentido este periodo de aislamiento?

No estábamos preparados ni tenemos las condiciones para enfrentar esta pandemia. Aun así, tratamos de superarla de a poco. Pienso que vendrán días mejores, que tienen que ser muy diferentes, porque nadie habla de la cultura, de la naturaleza, de las costumbres y las tradiciones. Nosotros hablamos más del miedo, la desesperación y del terrible acontecer nacional y mundial. Pero saldremos adelante porque es el momento de la solidaridad, de pensar y vivir de otra manera.

Por ello debemos tener mucha fe y poner un poco de espiritualidad en la naturaleza. Tenemos que darnos cuenta lo que estamos haciendo. A lo mejor se nos fueron las manos en el mundo entero  respecto a la naturaleza, a la Pachamama y entre nosotros mismos.

Creo que viene un momento muy espacial porque ahora tenemos que valorarnos, respetarnos y darnos cuenta de quiénes somos, dónde vivimos y qué debemos hacer. Tenemos que  respetarnos los unos a los otros.

¿Cómo se prepara y ensaya el Ballet Folclórico Nacional del Ecuador Jacchigua en esta época de crisis?

Los 320 bailarines que conformamos no estamos aislados. Gracias a la tecnología nos podemos comunicar mucho más que antes para ver cómo estamos, qué hacemos, que no tengamos mucho miedo, ya que eso puede afectar muchísimo al alma y a la mente. Además, estamos ensayando en casa gracias a los videos y a la música que nos hemos proporcionado.

De esta forma estamos activos, que estén en contacto con el ritmo, con el país a través del arte. Este periodo va de largo. Pienso que retomaremos nuestras presentaciones en agosto o septiembre.

¿Por qué el arte y la cultura son esenciales en este periodo de crisis?

Lamentablemente, el arte popular del Ecuador no es valorado. En estas situaciones, yo ando buscando el arte; es muy difícil, debido a la falta de apoyo de las autoridades y de algunas instituciones.  Para mí es duro.

Pero los que hacemos arte popular debemos valorarnos nosotros primero, luego que se valore nuestro círculo social de bailarines y finalmente que las demás personas nos valoren. Hay que saber reconocer lo que hay en el Ecuador, sus texturas, sus colores, sus danzas, su música, sus costumbres y tradiciones.

Sobre Rafael Camino

Nació en Pilligsillí, una comuna de la parroquia de Poaló – Latacunga, el 25 de octubre de 1949.

Estudió en la Universidad Central del Ecuador y en el Instituto Nacional de Danza de Quito. Fue el primer hombre en obtener el título de bailarín. Ha perfeccionado sus estudios de danza en Brasil y México.

En 1989, inspirado en las vivencias personales que tuvo en las comunidades indígenas, fundó el Ballet Folclórico Nacional.

En 2009, el Gobierno Nacional declaró a la agrupación “Patrimonio Cultural Vivo”. (I)